El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dado luz verde para enviar un equipo de negociadores a discutir un acuerdo de liberación de rehenes con Hamas. Esta decisión se produce después de que Hamas respondiera al plan de alto el fuego en Gaza presentado por el presidente estadounidense Joe Biden a fines de mayo.
Aunque los detalles de la respuesta de Hamas no se han hecho públicos, se sabe que ya no exigen un alto el fuego completo al comienzo del plan. En lugar de eso, las conversaciones se centrarán en una primera fase de seis semanas, que incluirá un alto el fuego completo, la retirada de las fuerzas israelíes de áreas pobladas de Gaza y el intercambio de algunos rehenes por prisioneros palestinos en Israel.
La última ronda de conversaciones indirectas tuvo lugar en El Cairo a principios de mayo, pero los esfuerzos para retomarlas desde entonces han avanzado poco, con Estados Unidos responsabilizando a Hamas. El presidente Biden basó su plan en una propuesta israelí más detallada, que consta de tres fases. La primera fase incluye un “alto el fuego completo y total”, la retirada de las fuerzas israelíes de las áreas pobladas de Gaza y el intercambio de algunos rehenes por prisioneros palestinos en Israel. La segunda fase implica la liberación de todos los demás rehenes vivos y un “fin permanente de las hostilidades”, mientras que la tercera fase se centra en un plan de reconstrucción para Gaza y la repatriación de los restos de los rehenes fallecidos.
El primer ministro Netanyahu ha declarado que sus objetivos son el regreso de todos los rehenes restantes, la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamas, y garantizar que Gaza ya no represente una amenaza para Israel. A pesar de los desafíos, la atmósfera en las negociaciones parece ser positiva, y se espera una nueva ronda de conversaciones pronto. El mundo observa con atención mientras Israel y Hamas buscan un camino hacia la paz en medio de la crisis humanitaria persistente en Gaza y la creciente tensión en la región.