Toronto, la ciudad más grande de Canadá, enfrenta una crisis sin precedentes después de ser azotada por tres tormentas consecutivas que han dejado a su paso inundaciones masivas y cortes de energía generalizados. La tormenta, que comenzó el martes, trajo consigo un récord de precipitaciones, con casi 100 mm de lluvia en un solo día, superando el récord anterior establecido en 1941.
Las imágenes y videos que circulan en las redes sociales muestran escenas dramáticas de la ciudad: autos casi completamente sumergidos en el agua en la autopista Don Valley Parkway, una de las principales arterias de la ciudad, y cascadas de agua descendiendo por las escaleras de la estación Union. La tormenta dejó a más de 167,000 clientes sin electricidad, según informó Toronto Hydro.
El aeropuerto Billy Bishop, ubicado en las islas de Toronto en el lago Ontario, también se vio afectado, con varios vuelos retrasados o cancelados. La autopista Don Valley Parkway y la autopista 410 fueron cerradas debido a las inundaciones, y las autoridades anticipan que permanecerán cerradas hasta que se complete la limpieza.
Las autoridades han rescatado al menos a 14 personas, incluyendo a una que tuvo que ser sacada del techo de su automóvil. El servicio de bomberos de Toronto recibió numerosas llamadas de personas atrapadas en ascensores después de que grandes áreas del centro de la ciudad perdieran energía durante las horas de trabajo.
Los meteorólogos atribuyen las lluvias récord a las tres tormentas consecutivas que cayeron sobre la ciudad. “Tuvimos un 25% más de lluvia en tres horas de lo que normalmente tendríamos en todo el mes de julio con todas las tormentas y sistemas que pasaron”, dijo el meteorólogo Dave Phillips.
La Autoridad de Conservación de Toronto y la Región advirtió que las áreas cercanas a las costas, ríos y arroyos en la ciudad son especialmente propensas a las inundaciones. Toronto, con más de una docena de ríos y arroyos, es particularmente vulnerable a los niveles crecientes de agua.
La alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, expresó su preocupación por la situación y mencionó que no sabía por qué la autopista Don Valley Parkway, conocida por ser propensa a las inundaciones, no se cerró antes en el día. Añadió que la ciudad está “invirtiendo masivamente” en esfuerzos de limpieza para asegurar que no se repitan inundaciones similares en el futuro.
Toronto ya había sufrido una tormenta intensa y costosa en julio de 2013, que dejó a al menos 300,000 personas sin electricidad y a más de 1,000 pasajeros necesitando ser rescatados de un tren inundado. La ciudad ahora enfrenta el desafío de recuperarse de esta última catástrofe y de implementar medidas para prevenir futuros desastres similares.