La industria del petróleo y el gas, al igual que todas las demás, está expuesta a riesgos climáticos debido a eventos como incendios y condiciones meteorológicas extremas. Suncor Energy Inc., uno de los mayores productores de arenas bituminosas de Canadá, presentó un documento de divulgación el año pasado en el que detalla las consecuencias si el clima extremo obligara a cerrar durante 10 días su gigantesca mina Base Plant en las arenas bituminosas del norte de Alberta.
Según el documento, un cierre de 10 días podría costar a la compañía $56 millones por día en ingresos perdidos debido a la disminución de la producción. Además, más del 40% de las reservas comerciales de petróleo y gas del mundo están altamente expuestas a los efectos del cambio climático.
Los incendios forestales fuera de control en el norte de Alberta han obligado a varias empresas canadienses de arenas bituminosas a evacuar a los trabajadores no esenciales de sus sitios. Suncor, por ejemplo, ha reducido temporalmente la producción en su complejo Firebag debido al peligro de incendio.
Además, el huracán Beryl forzó el cierre temporal de plataformas petroleras en alta mar a lo largo de la costa del Golfo de México, una de las regiones más importantes de América del Norte en términos de recursos e infraestructura energética. En resumen, la industria del petróleo y el gas enfrenta riesgos tanto desde una perspectiva de regulación y demanda como desde una perspectiva física debido al cambio climático. Es fundamental que las empresas tomen medidas para adaptarse y mitigar estos riesgos en un mundo cada vez más afectado por eventos climáticos extremos.