En los Juegos Olímpicos de París 2024, la participación del atleta neerlandés Steven van de Velde ha desatado una intensa polémica. ¿Por qué? Porque este voleibolista de playa, de 29 años, tiene un pasado oscuro: fue condenado por violar a una niña británica de 12 años hace una década.
La historia se remonta a agosto de 2014, cuando Van de Velde, con apenas 19 años, conoció a su víctima a través de Facebook. Tras interactuar en línea, reservó un vuelo de ida y vuelta desde Ámsterdam a Reino Unido para encontrarse con ella. En la casa de la niña, en Milton Keynes (al noroeste de Londres), mientras su madre no estaba presente, sostuvo relaciones sexuales con la menor. Los fiscales argumentaron que esta fue la primera experiencia sexual de la niña.
El juicio resultó en una sentencia de cuatro años de prisión para Van de Velde. Sin embargo, solo cumplió 12 meses de condena en una prisión neerlandesa antes de ser liberado. A pesar de su pasado, el atleta ha retomado su carrera y competirá en la disciplina masculina de voleibol de playa en París 2024.
El Comité Olímpico Neerlandés (NOC) asegura que Van de Velde ha seguido los procesos necesarios y ha competido en torneos internacionales desde 2018, bajo supervisión profesional. El atleta admite haber cometido un grave error, pero niega ser un violador. La controversia persiste, y la jefa de la delegación australiana ha afirmado que una persona con una condena por violación no sería seleccionada para representar a su país