Según los informes de los medios estatales, Corea del Norte ha sido afectada por fuertes lluvias y graves inundaciones en áreas cercanas a su frontera con China. El sábado, las precipitaciones intensas provocaron que un río en la frontera norcoreano-china superara un nivel peligroso, creando “una grave crisis”.
En respuesta, más de 5,000 personas aisladas por las inundaciones en el noroeste de Corea del Norte fueron rescatadas mediante operaciones de evacuación supervisadas por Kim Jong Un.
La Agencia Central de Noticias de Corea informó que se movilizaron alrededor de 10 helicópteros militares y embarcaciones de la marina y el gobierno para llevar a cabo los esfuerzos de rescate en la ciudad de Sinuiju y la localidad de Uiju, donde las inundaciones habían aislado a los residentes. A pesar del mal tiempo, cada uno de los helicópteros realizó varios vuelos para trasladar a los afectados por vía aérea, logrando rescatar a 4,200 personas. Kim Jong Un supervisó personalmente las operaciones de evacuación, ordenando la provisión de alimentos y otras necesidades para los afectados, así como estableciendo tareas para la recuperación y las obras de socorro. El líder norcoreano calificó los esfuerzos de rescate como “milagrosos” debido al alto número de personas salvadas.
Las inundaciones de verano en Corea del Norte suelen causar graves daños a las tierras de cultivo debido a la mala infraestructura de drenaje, la deforestación y la falta de mantenimiento. Además, el país enfrenta dificultades económicas y aislamiento internacional, agravados por restricciones draconianas relacionadas con la pandemia y sanciones de la ONU debido a su programa de armas nucleares. Durante su visita al área inundada, Kim también reprendió a los funcionarios por bajar la guardia a pesar de sus órdenes de prevenir daños por inundaciones. Su crítica podría interpretarse como un esfuerzo por asumir la responsabilidad y consolidar su imagen como un líder preocupado por su pueblo.