Lo que comenzó como protestas pacíficas de estudiantes en Bangladesh contra un sistema de cuotas para empleos gubernamentales se convirtió en un levantamiento que forzó a la Primera Ministra Sheikh Hasina a renunciar y huir del país en helicóptero. Tras 15 años en el poder, su mandato llegó a su fin después de semanas de agitación violenta en la que casi 300 personas perdieron la vida.
Las manifestaciones, que atrajeron a cientos de miles de personas, comenzaron en julio con estudiantes protestando contra un sistema de cuotas controvertido que asignaba empleos gubernamentales. El 15 de julio, las protestas se tornaron violentas cuando los estudiantes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad y a activistas pro-gobierno. Las autoridades dispersaron gases lacrimógenos, dispararon balas de goma y establecieron un toque de queda con orden de disparar a matar. Además, se cortó el acceso a internet y los datos móviles. El gobierno informa que cerca de 150 personas murieron el mes pasado, mientras que los medios locales reportan más de 200 fallecidos.
¿Por qué protestaban? Inicialmente, las manifestaciones se dirigían contra un sistema de cuotas que reservaba hasta el 30% de los empleos gubernamentales para familiares de veteranos que lucharon en la guerra de independencia de Bangladesh en 1971 contra Pakistán. Sin embargo, las tácticas represivas del gobierno, en lugar de sofocar las protestas, avivaron la indignación y aumentaron la movilización. El lunes, los manifestantes desafiaron el toque de queda militar para marchar hacia el centro de la capital, y miles de personas irrumpieron en la residencia oficial de la líder. El jefe militar, el General Waker-uz-Zaman, anunció la formación de un gobierno interino y pidió calma en un discurso público.