En un giro inesperado de los acontecimientos, la comunidad del breakdance está en llamas tras la difusión de un video que muestra la actuación de Molly Chapman, la talentosa bailarina que perdió su oportunidad de representar a Australia en los Juegos Olímpicos de París 2024 frente a Raygun, cuyo nombre real es Rachael Gunn. La controversia ha llevado a muchos a cuestionar la legitimidad del proceso de selección, calificándolo de “amañado”.
El video, que se ha vuelto viral en las redes sociales, muestra a Chapman, conocida en la comunidad del breakdance como Holy Molly, ejecutando una rutina impresionante y técnicamente superior. Los comentarios en las plataformas sociales no se hicieron esperar, con usuarios expresando su incredulidad ante la decisión de los jueces. “Debe haber sido amañado”, escribió un usuario en X. Otro comentó: “No es genial, pero sigue siendo 10000 veces mejor que ‘Raygun’”.
Raygun, quien ganó su lugar en los Juegos Olímpicos tras vencer a Chapman en el Campeonato de Breakdance de Oceanía 2023, no logró impresionar a los jueces en París, obteniendo un cero en cada una de sus tres rondas y siendo eliminada del evento. Su actuación, que incluía movimientos como saltar como un canguro y retorcerse en el suelo como una serpiente, fue duramente criticada tanto por los jueces como por el público.
La indignación creció cuando se supo que Chapman había sido superada por Raygun en la competencia clasificatoria. “¿Cómo pudo perder contra Raygun? Esta mujer tiene más elementos en su rutina en un período de tiempo más corto”, exclamó un usuario en X. La federación australiana de breakdance defendió su decisión, afirmando que el proceso de selección se llevó a cabo de manera justa y transparente, siguiendo las regulaciones de la Federación Mundial de Danza Deportiva (WDSF) y los estándares del Comité Olímpico Internacional (COI).
A pesar de las explicaciones oficiales, la polémica no ha disminuido. Muchos en la comunidad del breakdance y los aficionados al deporte siguen cuestionando la decisión, argumentando que Chapman merecía la oportunidad de competir en los Juegos Olímpicos. “Ella puede realmente hacer breakdance, ¿cómo pudo perder?”, se preguntó otro usuario en X.
La controversia ha puesto de relieve las dificultades y desafíos en el proceso de selección para eventos deportivos de alto nivel, y ha generado un debate sobre la necesidad de mayor transparencia y equidad en estos procesos. Mientras tanto, Molly Chapman ha recibido un gran apoyo de la comunidad del breakdance y de los aficionados, quienes continúan compartiendo y elogiando su actuación en las redes sociales.
La situación sigue desarrollándose, y queda por ver si habrá alguna revisión o cambio en el proceso de selección para futuras competencias. Lo que es seguro es que la actuación de Molly Chapman y la controversia en torno a su eliminación han dejado una marca significativa en el mundo del breakdance y en los Juegos Olímpicos de París 2024.