En un trágico incidente que ha intensificado las tensiones en la región, un ataque aéreo israelí en el sur del Líbano ha dejado al menos 10 muertos, según informó el Ministerio de Salud libanés. El ataque, uno de los más mortales en la reciente escalada de violencia a lo largo de la frontera entre Líbano e Israel, ocurrió en la ciudad de Nabatieh y afectó un edificio que albergaba a refugiados sirios.
El Ministro de Salud libanés, Firass Abiad, confirmó que entre las víctimas se encontraban una mujer y sus dos hijos, además de otros cinco heridos en estado crítico. El edificio, según el propietario Hossain Tohmaz, era una instalación civil utilizada para la fabricación de hierro y almacenamiento de paneles solares, donde los trabajadores también vivían y dormían en el piso superior.
Israel, por su parte, afirmó que el objetivo del ataque era un depósito de armas de Hezbollah, lo cual fue negado por el dueño del edificio. En respuesta al ataque, Hezbollah lanzó una andanada de cohetes Katyusha hacia un kibutz en el norte de Israel y una posición militar israelí, resultando en dos soldados heridos.
Este incidente se produce en medio de una serie de intercambios de fuego casi diarios entre Israel y Hezbollah desde el ataque del 7 de octubre por militantes palestinos en Israel, que provocó una invasión israelí de Gaza con el objetivo de eliminar a Hamas. La situación se ha agravado aún más tras el asesinato de un comandante senior de Hezbollah, Fuad Shukr, en el bastión de Hezbollah en el sur de Beirut, lo que llevó al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, a prometer represalias.
La comunidad internacional ha instado a Israel y Hamas a acordar un alto el fuego en las próximas negociaciones, ante el temor de que la guerra en Gaza pueda convertirse en un conflicto regional. Sin embargo, el Ministro Abiad señaló que las acciones de Israel sugieren que no tiene interés en un acuerdo.
El ataque ha generado una ola de dolor y conmoción en la comunidad local. En el Hospital Sheikh Ragheb, familiares desconsolados se reunieron para llorar a sus seres queridos, muchos de los cuales habían huido de la guerra en Siria solo para encontrar la muerte en el Líbano. Las imágenes de la devastación muestran un área industrial completamente destruida, con hombres inspeccionando los escombros y mujeres sirias llorando fuera de la morgue del hospital.
Este último episodio de violencia subraya la fragilidad de la situación en la región y la urgente necesidad de una solución pacífica. Mientras tanto, las comunidades afectadas continúan lidiando con las consecuencias devastadoras de este conflicto interminable.