En un giro inesperado de los acontecimientos, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha anunciado que el gobierno tomará medidas prontas para abordar la paralización ferroviaria a nivel nacional que amenaza con causar un impacto significativo en la economía del país. La decisión, confirmada por el sindicato Teamsters que representa a los trabajadores, ha desencadenado una paralización sin precedentes que podría dañar gravemente la economía canadiense y afectar considerablemente el comercio transfronterizo con Estados Unidos.
Trudeau, hablando con los periodistas en Quebec, subrayó la necesidad de una solución rápida. “Tendremos más que decir en breve sobre lo que estamos haciendo para asegurar que se encuentre la solución correcta, rápidamente, para la economía”, declaró el Primer Ministro, sin dar más detalles.
Las dos principales compañías ferroviarias de Canadá, Canadian National Railway (CN) y Canadian Pacific Kansas City (CPKC), han bloqueado a más de 9,000 trabajadores sindicalizados, lo que ha desencadenado una paralización simultánea sin precedentes que podría causar daños económicos por valor de miles de millones de dólares y alterar las cadenas de suministro en América del Norte. Ambas compañías y el sindicato Teamsters se culpan mutuamente por la paralización después de que múltiples rondas de negociaciones no lograran llegar a un acuerdo.
Los grupos empresariales y las compañías han solicitado al gobierno federal que imponga un arbitraje vinculante para poner fin a la paralización. Sin embargo, hasta ahora, el gobierno ha pedido a las compañías ferroviarias y al sindicato que trabajen juntos para llegar a un acuerdo, ignorando las apelaciones de CN y CPKC para que el gobierno utilice su poder para referir las disputas a un arbitraje vinculante.
El presidente de Teamsters Canada Rail Conference, Paul Boucher, acusó a las compañías ferroviarias de comprometer la seguridad ferroviaria y separar a las familias para ganar más dinero. Por su parte, las dos compañías ferroviarias afirmaron haber negociado de buena fe y haber hecho múltiples ofertas con mejores salarios y condiciones laborales.
La paralización ferroviaria en Canadá no solo tiene el potencial de afectar la economía nacional, sino que también podría tener repercusiones significativas en las cadenas de suministro de América del Norte. Canadá envía alrededor del 75% de todos los bienes que exporta a Estados Unidos, principalmente por ferrocarril, y una disputa prolongada podría interrumpir el envío de una amplia gama de productos, desde granos y frijoles hasta potasa, carbón y madera.
El Ministro de Trabajo, Steven MacKinnon, ha estado visitando Montreal y Calgary para intentar que las compañías ferroviarias y el sindicato lleguen a un acuerdo. Sin embargo, hasta ahora, las negociaciones han fracasado en resolver los problemas relacionados con la programación de turnos, las disposiciones sobre la fatiga y los salarios.
La situación sigue siendo tensa y el país espera con ansiedad una resolución que pueda evitar un daño económico mayor. Mientras tanto, los canadienses y las empresas de todo el país están contando con ambas partes para hacer el trabajo y llegar a una resolución que beneficie a todos.