La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, selló la nominación presidencial demócrata con un discurso contundente, estableciendo amplios principios de política exterior y marcando fuertes contrastes con su rival republicano, Donald Trump, a solo 11 semanas de las elecciones presidenciales. En la noche final de la convención nacional demócrata de cuatro días, Harris, de 59 años, prometió ser una presidenta “realista” y “práctica” para todos los estadounidenses, mientras compite contra Trump, de 78 años, en una campaña muy reñida.
“En la lucha continua entre la democracia y la tiranía, sé dónde estoy y sé dónde pertenece Estados Unidos”, dijo Harris el jueves, acusando a Trump de inclinarse ante los dictadores. Prometió respaldar a la OTAN, a Ucrania y “enfrentar la agresión de Putin”, en referencia al presidente de Rusia. Harris emergió como la candidata demócrata hace poco más de un mes cuando los aliados del presidente Joe Biden, de 81 años, lo obligaron a abandonar la carrera. Fue un discurso enérgico para una candidata que, durante su breve campaña, aún no había articulado gran parte de su visión para el país. Harris ha enfrentado una serie de ataques personales de Trump, quien la llamó débil en el escenario internacional.
Después de días de protestas de partidarios palestinos que estaban decepcionados por no obtener un espacio para hablar en la convención, Harris prometió asegurar a Israel, traer a los rehenes de Gaza y poner fin a la guerra en el enclave palestino. “Ahora es el momento de lograr un acuerdo de rehenes y un acuerdo de alto el fuego”, dijo entre aplausos. “Y permítanme ser clara, siempre defenderé el derecho de Israel a defenderse y siempre aseguraré que Israel tenga la capacidad de defenderse”. Harris dijo que quería poner fin a la guerra de una manera que proporcione seguridad a Israel y permita al pueblo palestino realizar su derecho a la autodeterminación.
Harris dijo que tomaría cualquier acción necesaria para defender los intereses de Estados Unidos contra Irán y dijo que los tiranos y dictadores, incluidos Kim Jong Un de Corea del Norte, “están apoyando a Trump”. Si tiene éxito, Harris haría historia como la primera mujer elegida presidenta de Estados Unidos el 5 de noviembre. Harris trazó una serie de contrastes con Trump, acusándolo de no luchar por la clase media, planear aumentar los impuestos a través de sus propuestas arancelarias y haber puesto en marcha el fin del derecho constitucional al aborto con sus elecciones para la Corte Suprema de Estados Unidos.