En un movimiento sin precedentes, casi 400 trabajadores de la salud en Ottawa han firmado una carta abierta dirigida a los directores ejecutivos de los hospitales de la ciudad, expresando su descontento por la retirada de estos hospitales de los eventos del Capital Pride debido a una declaración pro-palestina emitida por la organización del festival. La carta, que ha ganado rápidamente apoyo entre la comunidad médica, subraya la importancia de la solidaridad y el apoyo a los derechos humanos, independientemente de las controversias políticas.
La controversia comenzó cuando Capital Pride, la organización detrás del festival anual del orgullo en Ottawa, emitió una declaración en la que se comprometía a reconocer el “genocidio en curso” en Gaza, integrar una lista de boicot en sus revisiones de patrocinio, organizar una exhibición de arte árabe queer y pedir un alto el fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes y un aumento en la ayuda humanitaria. Esta declaración provocó una reacción negativa significativa, llevando a The Ottawa Hospital, CHEO y la Federación Judía de Ottawa a retirarse de los eventos liderados por Capital Pride.
En respuesta, los trabajadores de la salud de Ottawa han decidido tomar una postura firme. La carta abierta, que ha sido firmada por médicos, enfermeras, técnicos y otros profesionales de la salud, critica la decisión de los directores ejecutivos de los hospitales de retirarse de los eventos del Capital Pride. Los firmantes argumentan que la declaración de Capital Pride no debería ser motivo para abandonar un evento que celebra la diversidad y la inclusión.
“Como profesionales de la salud, creemos firmemente en la importancia de apoyar los derechos humanos y la justicia social”, dice la carta. “La retirada de nuestros hospitales de los eventos del Capital Pride envía un mensaje equivocado a nuestra comunidad y socava los valores de inclusión y solidaridad que deberíamos defender”.
La carta también destaca el impacto negativo que esta decisión podría tener en la moral de los trabajadores de la salud y en la percepción pública de los hospitales. “Nuestros pacientes y colegas merecen saber que estamos comprometidos con la justicia y la igualdad para todos, independientemente de las controversias políticas”, continúa la carta. “Instamos a los directores ejecutivos de nuestros hospitales a reconsiderar su decisión y a reafirmar su apoyo a Capital Pride y a la comunidad LGBTQ+ en Ottawa”.
La reacción a la carta ha sido mixta. Mientras que algunos miembros de la comunidad médica y del público en general han elogiado a los trabajadores de la salud por su valentía y compromiso con los derechos humanos, otros han criticado la carta, argumentando que la declaración de Capital Pride fue inapropiada y divisiva.
El director ejecutivo de Capital Pride, Callie Metler, ha expresado su decepción por la retirada de los hospitales, pero ha reafirmado el compromiso de la organización de acoger un festival inclusivo y acogedor para todos. “Lo que realmente quiero enfatizar es que todos son bienvenidos en nuestros eventos”, dijo Metler. “Estamos escuchando y aprendiendo, y creo que eso se alinea bien con nuestro tema de este año: escuchar, aprender, actuar”.
La controversia en torno a la declaración pro-palestina de Capital Pride y la respuesta de los trabajadores de la salud de Ottawa subraya las tensiones en curso en torno a la política y los derechos humanos en la comunidad. A medida que el debate continúa, queda por ver cómo afectará esto a las relaciones entre los hospitales, sus empleados y la comunidad en general.