En un giro inesperado, la matrícula de estudiantes internacionales en Canadá ha caído por debajo del límite establecido por el gobierno federal, según informan diversas universidades del país. Esta situación ha generado preocupación en el sector educativo, que depende en gran medida de los ingresos generados por los estudiantes extranjeros.
El presidente de Universidades Canadá, Gabriel Miller, ha señalado que la implementación de un límite en las visas estudiantiles, anunciado por el ministro de inmigración en enero de este año, ha tenido un impacto más significativo de lo previsto. La medida, que buscaba controlar el rápido aumento en el número de estudiantes internacionales debido a la presión sobre la vivienda, la atención médica y otros servicios, ha resultado en una disminución del 35% en el número de estudiantes en 2024 en comparación con el año anterior.
Miller explicó que la incertidumbre creada por el nuevo límite y la pausa en el procesamiento de visas por parte del Departamento de Inmigración mientras se implementaba la medida, llevaron a muchos estudiantes potenciales a buscar alternativas en otros países. “El impacto completo no se verá hasta que las universidades reciban a sus estudiantes en septiembre, pero ya anticipamos una reducción significativa en la matrícula”, afirmó Miller.
Las universidades están preocupadas por las repercusiones financieras de esta disminución. Los ingresos provenientes de las matrículas de estudiantes internacionales son cruciales para muchas instituciones, y una caída tan drástica podría afectar la calidad de la educación y los servicios ofrecidos. Además, la diversidad cultural y académica que aportan los estudiantes internacionales es un valor añadido que también se verá mermado.
El gobierno federal defendió la medida, argumentando que era necesaria para aliviar la presión sobre los servicios públicos y la infraestructura. Sin embargo, las universidades y otros sectores han criticado la falta de consulta y la rapidez con la que se implementó el límite. “Necesitamos un enfoque más equilibrado que considere tanto las necesidades del país como las de nuestras instituciones educativas”, concluyó Miller.
La situación sigue siendo dinámica, y las universidades están trabajando en estrategias para mitigar el impacto y atraer nuevamente a estudiantes internacionales en los próximos años. Mientras tanto, el debate sobre el equilibrio entre la inmigración y la capacidad del país para absorber a nuevos residentes continúa siendo un tema candente en la política canadiense.