En un movimiento sorprendente y sin precedentes, la excongresista republicana Liz Cheney ha anunciado su apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris en su candidatura presidencial para las elecciones de 2024. Este anuncio marca una ruptura significativa con su partido y subraya la profunda división dentro del Partido Republicano en la era post-Trump.
Cheney, conocida por su firme oposición a Donald Trump y su papel destacado en la investigación del ataque al Capitolio del 6 de enero, hizo el anuncio durante un evento en la Universidad de Duke. En su discurso, Cheney enfatizó la importancia de poner la seguridad y la democracia del país por encima de la lealtad partidista. “Debido al peligro que representa Donald Trump, no solo no votaré por él, sino que votaré por Kamala Harris”, declaró Cheney.
La decisión de Cheney ha generado una ola de reacciones tanto de apoyo como de crítica. Mientras algunos republicanos la acusan de traición, otros la elogian por su valentía y compromiso con los principios democráticos. Cheney se une a un grupo creciente de republicanos que han decidido respaldar a Harris, incluyendo al excongresista Adam Kinzinger, quien también fue miembro del comité del 6 de enero.
La campaña de Harris ha recibido un impulso significativo con este respaldo, ya que Cheney es una figura influyente dentro del Partido Republicano y su apoyo podría atraer a votantes indecisos. Este movimiento también destaca la creciente fractura dentro del Partido Republicano, con figuras prominentes que se distancian de Trump y sus seguidores.
En su discurso, Cheney también abordó la importancia de la unidad y la necesidad de proteger la Constitución. “Como conservadora, como alguien que cree y se preocupa por la Constitución, he reflexionado profundamente sobre esto. No creo que tengamos el lujo de escribir nombres de candidatos, especialmente en estados clave”, afirmó.
La decisión de Cheney de respaldar a Harris es un testimonio de la volatilidad y la incertidumbre que caracterizan el panorama político actual en Estados Unidos. A medida que se acercan las elecciones de 2024, será interesante ver cómo este respaldo influye en la dinámica electoral y si otros republicanos seguirán el ejemplo de Cheney.