Las fuertes lluvias provocadas por la tormenta Boris han causado devastadoras inundaciones en partes de Rumanía y la República Checa, dejando un rastro de destrucción y tragedia. En Rumanía, al menos cinco personas han perdido la vida debido a las inundaciones, mientras que cientos han quedado atrapadas en áreas anegadas. Las autoridades han llevado a cabo evacuaciones masivas en el condado de Galati, una de las zonas más afectadas, donde miles de hogares han sido dañados.
En la República Checa, los equipos de bomberos están trabajando incansablemente para reforzar las defensas alrededor de los ríos, anticipándose a más inundaciones en varias ciudades. El Primer Ministro checo, Petr Fiala, se reunió con los servicios de emergencia y declaró: «Debemos estar preparados para los peores escenarios».
Las tormentas han golpeado 19 localidades en ocho condados de Rumanía, con vientos fuertes que han derribado decenas de árboles, dañando vehículos y bloqueando carreteras. Las autoridades han enviado alertas por mensaje de texto a los residentes para advertirles sobre el clima adverso, mientras los servicios de emergencia se apresuran a eliminar el agua de las viviendas.
En Galati, uno de los lugares más afectados, se han desplegado helicópteros Black Hawk para ayudar en las misiones de búsqueda y rescate. Más de 5,000 hogares han sido afectados por las inundaciones, y las imágenes de video muestran a equipos de rescate evacuando a personas utilizando botes pequeños a través de aguas fangosas y llevando a personas mayores a lugares seguros.
El Ministro de Medio Ambiente de Rumanía, Mircea Fechet, informó que en algunas de las áreas más afectadas cayeron más de 160 litros de lluvia por metro cuadrado, una cantidad rara y devastadora. “Lo que estamos tratando de hacer ahora es salvar tantas vidas como sea posible”, dijo el ministro mientras se dirigía a Galati para evaluar la situación.
El Presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas y enfatizó la necesidad de fortalecer la capacidad del país para anticipar fenómenos meteorológicos extremos. “Debemos continuar fortaleciendo nuestra capacidad para anticipar fenómenos meteorológicos extremos”, escribió en Facebook.
En la República Checa, las defensas contra inundaciones, que han costado más de mil millones de euros, están siendo puestas a prueba una vez más. Las autoridades están en alerta máxima, preparándose para lo que podría ser una de las peores inundaciones en años.
La situación sigue siendo crítica en ambas naciones, con las autoridades trabajando sin descanso para mitigar los daños y proteger a los ciudadanos. La comunidad internacional ha comenzado a ofrecer asistencia, y se espera que la recuperación sea un proceso largo y arduo.