El año 2023 fueron asesinadas 196 personas (casos documentados), como señala el informe, “por ejercer su derecho a proteger sus tierras y el medioambiente, aunque el número de casos es probable que sea mayor. Con esta cifra, el total de asesinatos cometidos en todo el mundo desde que Global Witness comenzó a informar de ellos en 2012 asciende a más de 2000” (la cifra exacta es 2016). Casi la mitad de los asesinados en 2023 han sido indígenas o afrodescendientes.
Como ha ocurrido otros años, la mayoría de los asesinatos se concentra en América Latina (el 85% de los casos). Colombia, Brasil, Honduras y México ocupan, en ese orden, los primeros lugares. En el grupo de los diez países con mayor número de asesinatos, también figuran otros países de América Latina: Nicaragua, Guatemala, Panamá y Perú.
El informe revela que las agresiones a las personas defensoras con consecuencias mortales están acompañadas con otro tipo de represalias: “actos de violencia, intimidación, campañas de desprestigio y criminalización organizados por Gobiernos, empresas y otros agentes no estatales”.
Desde que Global Witness comenzó a elaborar estos informes a la actualidad (2012-2023), América Latina ha concentrado el mayor número de asesinatos: 1428 de un total de 2106 asesinatos. En el grupo de los 10 países con el mayor número de asesinatos figuran siete países de América Latina, dos de Asia y uno de África.
Otro dato relevante es el que vincula los asesinatos a los tipos de industria o actividades productivas: las cifras dan cuenta de que la minería y las actividades extractivas en general encabezan claramente la lista, seguidas de pesca, explotación forestal, agroindustria, carreteras e infraestructura, hidroeléctricas, entre otras.
Como se puede apreciar en los datos que presenta Global Witnees, el Perú se mantiene en el grupo de los 10 países con la mayor tasa de homicidios de personas defensoras. Son 58 defensores ambientales asesinados entre el 2012 y 2023, y en lo que va del año 2024 son tres los líderes asesinados: Victorio Dariquebe Guereka (19/04/2024), Ricardo Kinchukui Shimpujat (3/07/2024) y Mariano Isacama Feliciano ((14/07/2024).
Lamentablemente, en nuestro país se presentan todos los elementos que configuran un escenario de agresión y desprotección a las personas defensoras: hechos de violencia, intimidación, campañas de desprestigio, criminalización, entre otros aspectos. Por otro lado, el avance de economías ilegales, como el narcotráfico, la tala y la minería, son una fuente de violencia, cada vez más letal, contra defensores, principalmente indígenas, frente a la inacción del Estado peruano.
Otro dato relevante es el que vincula los asesinatos a los tipos de industria o actividades productivas: las cifras dan cuenta de que la minería y las actividades extractivas en general encabezan claramente la lista, seguidas de pesca, explotación forestal, agroindustria, carreteras e infraestructura, hidroeléctricas, entre otras.
Como se puede apreciar en los datos que presenta Global Witnees, el Perú se mantiene en el grupo de los 10 países con la mayor tasa de homicidios de personas defensoras. Son 58 defensores ambientales asesinados entre el 2012 y 2023, y en lo que va del año 2024 son tres los líderes asesinados: Victorio Dariquebe Guereka (19/04/2024), Ricardo Kinchukui Shimpujat (3/07/2024) y Mariano Isacama Feliciano ((14/07/2024).
Lamentablemente, en nuestro país se presentan todos los elementos que configuran un escenario de agresión y desprotección a las personas defensoras: hechos de violencia, intimidación, campañas de desprestigio, criminalización, entre otros aspectos. Por otro lado, el avance de economías ilegales, como el narcotráfico, la tala y la minería, son una fuente de violencia, cada vez más letal, contra defensores, principalmente indígenas, frente a la inacción del Estado peruano.