El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha reconocido que su partido tiene “mucho trabajo por hacer” tras la derrota en una elección parcial en Montreal. Esta derrota representa un golpe significativo para el Partido Liberal, que ha mantenido el control de la circunscripción de Lasalle-Emard-Verdun durante mucho tiempo. El candidato del Bloc Quebecois, Louis-Philippe Sauve, ganó la elección con un 28% de los votos, superando por poco a la candidata liberal Laura Palestini, quien obtuvo un 27.2%.
Trudeau, hablando con los periodistas en Ottawa, expresó su decepción por la derrota, pero también subrayó la necesidad de trabajar arduamente para recuperar la confianza de los canadienses. “Obviamente, nunca es divertido llegar tan cerca y no ganar una elección parcial. Pero sabemos que tenemos mucho trabajo por hacer para recuperar la confianza de las personas en LaSalle y en todo el país que están preocupadas por la situación en la que se encuentran”, dijo Trudeau en francés.
La elección parcial se llevó a cabo en un momento tumultuoso para la política federal canadiense y, en particular, para los liberales liderados por Trudeau. El Parlamento reanudó sus sesiones esta semana, pocos días después de que el Partido Nuevo Democrático (NDP) anunciara su retirada abrupta de un acuerdo de 2022 para apoyar al gobierno minoritario de Trudeau. Este movimiento hace que los liberales sean más vulnerables si se desencadena un voto de no confianza en la Cámara de los Comunes, lo que podría obligar a Trudeau a convocar elecciones anticipadas.
El Primer Ministro, que ha estado en el poder desde 2015, ha visto cómo su popularidad ha disminuido en medio del aumento del costo de vida y una crisis de vivienda cada vez más profunda. Los expertos han señalado que esta elección parcial fue una “prueba de fuego” para los liberales antes de las próximas elecciones generales canadienses, que están programadas para antes de finales de octubre de 2025 y que parecen estar destinadas a poner fin a casi una década de gobiernos liberales.
La derrota en Montreal es un recordatorio de los desafíos que enfrenta el gobierno de Trudeau mientras se prepara para las próximas elecciones generales. Con la retirada del apoyo del NDP, los liberales deben encontrar nuevas formas de conectar con los votantes y abordar las preocupaciones económicas y sociales que afectan a los canadienses. Trudeau ha prometido trabajar incansablemente para recuperar la confianza de los ciudadanos y asegurar un futuro próspero para Canadá.