THE LATIN VOX (23 de septiembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un país sumido en el conflicto y la inestabilidad, el cólera ha emergido como una amenaza devastadora, cobrando cientos de vidas y afectando a miles de personas. La crisis sanitaria se produce en un momento crítico, donde los sistemas de salud ya están sobrecargados debido a años de guerra civil y despojo de recursos.
El brote de cólera ha sido exacerbado por la falta de acceso a agua potable y condiciones higiénicas precarias en muchas comunidades, especialmente en áreas afectadas por combates. La situación es particularmente grave en los campos de desplazados, donde miles de personas se encuentran viviendo en condiciones insalubres, lo que aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades.
Según informes de organizaciones internacionales, más de 10,000 casos de cólera han sido confirmados en las últimas semanas, con un número de muertes que supera las 300. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enviado equipos de respuesta rápida y suministros médicos a las zonas más afectadas, pero el acceso humanitario sigue siendo un desafío debido a los combates en curso.
Las autoridades locales y organizaciones no gubernamentales están trabajando arduamente para contener la propagación de la enfermedad, distribuyendo pastillas de cloro y promoviendo prácticas de higiene, pero la falta de recursos y personal médico capacitado limita su eficacia. «La situación es desesperante. Cada día vemos más casos, y la capacidad de los hospitales es insuficiente», afirmó un médico que trabaja en una de las regiones más afectadas.
El cólera, una enfermedad bacteriana que se propaga a través del agua contaminada, puede ser mortal si no se trata rápidamente. Los síntomas incluyen diarrea severa y deshidratación, que pueden llevar a la muerte en cuestión de horas. La prevención se centra en el acceso a agua potable y el saneamiento, aspectos críticos que se han visto gravemente comprometidos por el conflicto en Sudán.
El estallido de la enfermedad en medio de la guerra ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema de salud sudanés. Antes del conflicto, el país ya enfrentaba desafíos significativos, incluyendo el acceso limitado a servicios médicos básicos. La combinación de violencia, desplazamiento forzado y ahora brotes de cólera ha creado una tormenta perfecta para una crisis humanitaria que amenaza la vida de millones.
Las comunidades locales, a menudo las más afectadas por la guerra, están sufriendo enormemente. Muchas familias se ven obligadas a elegir entre huir de los combates o enfrentar la propagación del cólera en sus hogares. La comunidad internacional ha sido instada a intensificar sus esfuerzos para brindar asistencia humanitaria y apoyo a las organizaciones que trabajan en el terreno.
A medida que la crisis continúa, el llamado a la acción es urgente. Se necesita un enfoque coordinado que priorice la salud pública, el acceso humanitario y la reconstrucción de un sistema de salud devastado. Sin estas medidas, el cólera podría convertirse en una de las muchas consecuencias trágicas de la guerra en Sudán, un recordatorio desgarrador de los costos de la inestabilidad y el conflicto.
Crédito fotográfico : AFP