En un discurso contundente y sin precedentes, el Primer Ministro de Bélgica, Alexander De Croo, arremetió contra el Papa Francisco y la Iglesia Católica por su historial de encubrimiento de abusos sexuales. Durante la bienvenida oficial al Papa en su visita a Bélgica, De Croo no escatimó palabras para expresar su indignación y exigir justicia para las víctimas.
De Croo comenzó su discurso reconociendo la importancia histórica de la visita del Papa, pero rápidamente cambió de tono al abordar el tema de los abusos sexuales dentro de la Iglesia. “No podemos ignorar el dolor y el sufrimiento de las víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero”, declaró De Croo. “La Iglesia Católica tiene una deuda pendiente con estas víctimas y con la sociedad en general”.
El Primer Ministro belga criticó duramente la respuesta de la Iglesia a los escándalos de abusos sexuales, calificándola de insuficiente y tardía. “Durante demasiado tiempo, la Iglesia ha optado por proteger a los perpetradores en lugar de a las víctimas”, afirmó. “Este encubrimiento sistemático ha causado un daño incalculable y ha erosionado la confianza en la institución”.
De Croo también hizo un llamado a la acción, instando al Papa Francisco a tomar medidas concretas para abordar el problema. “Es hora de que la Iglesia Católica asuma su responsabilidad y haga justicia a las víctimas”, dijo. “Esto no se trata solo de palabras, sino de acciones. Las víctimas merecen algo más que disculpas; merecen justicia y reparación”.
El discurso del Primer Ministro fue recibido con aplausos por parte de algunos sectores, mientras que otros lo consideraron inapropiado para una ocasión tan solemne. Sin embargo, De Croo defendió su postura, argumentando que era necesario hablar con franqueza sobre un tema tan grave.
La visita del Papa Francisco a Bélgica, que se esperaba fuera un evento de reconciliación y esperanza, ha tomado un giro inesperado con las declaraciones de De Croo. La reacción del Vaticano aún está por verse, pero es probable que este incidente genere un debate significativo sobre el papel de la Iglesia en la sociedad moderna y su manejo de los casos de abusos sexuales.
El discurso del Primer Ministro belga ha puesto de relieve una vez más la necesidad urgente de abordar el legado de encubrimiento de abusos sexuales de la Iglesia Católica. Mientras el Papa Francisco continúa su visita, el mundo estará observando de cerca para ver cómo responde a este llamado a la acción.