En un dramático aumento de las hostilidades en el Medio Oriente, Israel lanzó una serie de ataques aéreos devastadores sobre los suburbios del sur de Beirut y cerró un cruce fronterizo clave entre Líbano y Siria. Los ataques, que comenzaron en la madrugada del viernes, han dejado a la región al borde de una crisis humanitaria y han exacerbado las tensiones ya existentes entre Israel y Hezbollah.
El bombardeo israelí se centró en el cruce fronterizo de Masnaa, una ruta vital que ha sido utilizada por decenas de miles de personas que huyen de la guerra en Líbano hacia Siria en las últimas dos semanas. Las imágenes de video mostraron dos enormes cráteres en cada lado de la carretera, resultado de los ataques aéreos. La Agencia Nacional de Noticias de Líbano informó que el ataque israelí llevó al cierre de la carretera cerca del cruce fronterizo, complicando aún más la situación para los desplazados.
En Beirut, las explosiones sacudieron los suburbios del sur, una zona conocida como un bastión de Hezbollah. Los residentes fueron vistos corriendo para cubrirse mientras el humo se elevaba en el cielo de la capital libanesa. La situación en el terreno es caótica, con informes de evacuaciones masivas y un creciente número de heridos.
El conflicto ha llevado a varios países a evacuar a sus ciudadanos de Líbano, mientras que la guerra entre Israel y Hezbollah continúa intensificándose. Las frecuentes incursiones aéreas en los suburbios del sur de Beirut, así como los ataques ocasionales en el centro de la ciudad, han agravado la crisis de desplazamiento en Líbano.
En el norte de Israel, la ciudad de Haifa también se ha visto afectada, con sirenas sonando y múltiples interceptaciones de cohetes lanzados por Hezbollah. La situación ha generado un estado de alerta constante en la región, con la población civil atrapada en medio del conflicto.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia y ha llamado a ambas partes a la moderación. Sin embargo, la realidad en el terreno sugiere que el conflicto está lejos de resolverse, con ambos lados mostrando una postura intransigente.
Este último episodio de violencia subraya la fragilidad de la paz en el Medio Oriente y la necesidad urgente de una solución diplomática para evitar una catástrofe humanitaria mayor. Mientras tanto, los residentes de Beirut y las áreas circundantes continúan viviendo bajo la sombra de la guerra, con la esperanza de que la calma regrese pronto a sus vidas.