En una revelación impactante, el Consejo Privado de Canadá ha expuesto la magnitud de la interferencia extranjera en el país, destacando que las acciones de China van más allá de las elecciones y afectan diversas áreas clave de la sociedad canadiense. Durante una audiencia pública sobre la interferencia extranjera, Martin Green, ex experto en evaluación de inteligencia extranjera del Consejo Privado, presentó un informe especial preparado en enero de 2022. Este informe concluyó que China no solo intenta influir en Canadá, sino que emplea una serie de herramientas sofisticadas que incluyen actividades de defensa extranjera, seguridad nacional, coerción económica, presión militar y espionaje.
Green explicó que la interferencia no puede ser vista únicamente a través del prisma del sistema electoral, ya que es mucho más amplia y compleja. “Estamos viendo herramientas híbridas que se utilizan con mayor frecuencia”, afirmó Green. Este informe fue consultado con David Morrison, ex asesor de seguridad nacional del Primer Ministro Justin Trudeau, y posteriormente enviado a su sucesora, Jody Thomas. Sin embargo, Green no pudo explicar por qué Thomas no compartió el informe con Trudeau.
La audiencia también reveló que el gobierno federal planea advertir a los embajadores extranjeros que no interfieran en las próximas elecciones. David Morrison, viceministro de Asuntos Exteriores, testificó que su departamento se está preparando para las próximas elecciones federales y quiere asegurarse de que los diplomáticos de otros países comprendan claramente la línea entre influir e interferir. Morrison destacó que la interferencia impulsada por inteligencia artificial es una “gran amenaza” que espera ver emerger en las próximas elecciones.
La comisión de investigación ha obtenido un acceso sin precedentes a documentos clasificados y confidenciales del gabinete, lo que refleja la importancia de su trabajo. La comisionada Marie-Josée Hogue afirmó que este acceso extraordinario ayudará a desarrollar recomendaciones para preservar la integridad de los procesos electorales y las instituciones democráticas de Canadá, y para aumentar la confianza de los canadienses en su democracia.
Estas revelaciones subrayan la necesidad urgente de que Canadá tome medidas más firmes para proteger a sus poblaciones de la diáspora de la presión extranjera y para garantizar que sus procesos democráticos no sean comprometidos por actores extranjeros.