El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU., Mike Turner, ha solicitado que la posible intervención de tropas norcoreanas en el conflicto ucraniano sea considerada como una «línea roja» para Estados Unidos y la OTAN. En una reciente carta dirigida al presidente Biden, Turner destacó la necesidad de una respuesta decisiva si las fuerzas de Corea del Norte entran en el teatro de guerra en Ucrania, un escenario que podría marcar un escalón significativo en la escalada del conflicto en la región.
Recientes informes han indicado que aproximadamente 3,000 soldados norcoreanos están actualmente en Rusia, entrenando en bases militares en la región del este del país. Este despliegue es parte de un esfuerzo más amplio que podría culminar con el envío de tropas a Ucrania para luchar junto a las fuerzas rusas. La advertencia de Turner coincide con las estimaciones de que se podrían enviar hasta 11,000 soldados norcoreanos al conflicto en Ucrania en un futuro cercano.
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, confirmó que las tropas norcoreanas han sido trasladadas a tres bases en el este de Rusia, donde reciben entrenamiento básico. Esto ha llevado a preocupaciones sobre su posible despliegue en operaciones de combate, lo que, según los analistas, podría reflejar la creciente desesperación de Rusia en su campaña militar.
Turner enfatizó que cualquier participación de tropas norcoreanas en el conflicto debería llevar a Estados Unidos a considerar seriamente una respuesta militar directa. «Si las tropas norcoreanas invaden el territorio soberano de Ucrania, Estados Unidos debe considerar seriamente tomar acciones militares directas contra ellas», dijo en su declaración.
En este contexto, el primer ministro británico, Keir Starmer, también ha señalado que la participación de las fuerzas norcoreanas sería una indicación clara de la desesperación del Kremlin. Esto pone de relieve la creciente cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte, alimentada por un acuerdo estratégico firmado recientemente.
La situación se complica aún más por las dinámicas geopolíticas en juego. La participación de Corea del Norte en el conflicto no solo podría intensificar la guerra en Ucrania, sino que también podría alterar significativamente las relaciones internacionales y la seguridad en Europa y Asia.
La Casa Blanca ha mantenido informada al gobierno ucraniano sobre los desarrollos y las posibles repercusiones de este movimiento, asegurando que si las tropas norcoreanas se involucran, serán consideradas objetivos legítimos en el contexto de la defensa ucraniana.