THE LATIN VOX (26 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La tensión en Medio Oriente ha escalado tras los recientes ataques aéreos de Israel a instalaciones militares en Irán, donde se han escuchado explosiones alrededor de Teherán y en la cercana ciudad de Karaj. El ejército israelí ha declarado que ha completado su ofensiva contra los sitios de fabricación de misiles y los sistemas de defensa aérea de Irán.
Según informes de Reuters, Irán ha afirmado que su sistema de defensa aérea logró rastrear y contrarrestar la “agresión” israelí, aunque reconoció que se produjeron daños limitados en algunas instalaciones. Los ataques se dirigieron a centros militares ubicados en las provincias de Teherán, Juzestán e Ilam.
El ejército israelí, por su parte, ha comunicado que sus aeronaves de combate, basándose en inteligencia, atacaron las instalaciones de fabricación de misiles utilizadas para producir los proyectiles que Irán lanzó hacia el estado israelí en el último año. En un comunicado oficial, el ejército israelí detalló que se impactaron capacidades aéreas y sistemas de misiles tierra-aire en diversas áreas del país.
Este último episodio representa un aumento significativo en la hostilidad entre ambos países, en medio de una serie de tensiones regionales que han aumentado en los últimos meses. Las repercusiones de estos ataques podrían ser amplias, no solo para la seguridad de Israel e Irán, sino también para la estabilidad de toda la región.
Los analistas advierten que estos acontecimientos podrían desencadenar una escalada más grave en el conflicto, con potenciales reacciones tanto de Irán como de otros actores regionales. La comunidad internacional observa con preocupación, mientras la crisis continúa desarrollándose y la posibilidad de un conflicto abierto se vuelve cada vez más tangible.
A medida que la situación evoluciona, se espera que ambos países refuercen sus posiciones militares, lo que podría llevar a una confrontación más amplia en un contexto ya frágil en el Medio Oriente.
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