THE LATIN VOX (26 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La elección presidencial en Estados Unidos se presenta como una de las más polarizadas de la historia reciente. Por un lado, Donald Trump, un ex presidente acusado de múltiples delitos y dos veces sometido a juicio político, parece decidido a continuar con su agenda de desmantelamiento de la democracia estadounidense. Por otro, Kamala Harris, una líder capacitada y con experiencia, que defiende los principios democráticos tradicionales.
Sin embargo, y de manera sorprendente, tanto el Los Angeles Times como el Washington Post han decidido no emitir un respaldo a ninguno de los candidatos en esta ocasión. Ambas organizaciones de noticias, cada una de ellas propiedad de un multimillonario, anunciaron esta semana que sus juntas editoriales no realizarían una recomendación presidencial, rompiendo con décadas de tradición.
Esta decisión ha sido recibida como un acto de cobardía y un incumplimiento de su deber público. En el caso del Los Angeles Times, la responsabilidad recae en Patrick Soon-Shiong, quien adquirió el periódico en 2018 con la esperanza de revitalizarlo. En el Washington Post, el editor de la página editorial, David Shipley, asumió la decisión, aunque parece haber sido influenciada por el propietario, Jeff Bezos, quien seleccionó a Will Lewis, un veterano de los medios de Rupert Murdoch, como editor.
La pregunta que surge es: ¿realmente fue Bezos quien impulsó esta decisión controvertida? Aunque podría no haber sido el autor directo, es difícil imaginar que no estuviera al tanto de las implicaciones de tal elección. La negativa de estas importantes publicaciones a tomar una posición clara en un momento tan crítico ha generado preocupación entre sus lectores y críticos, quienes ven en ello una falta de compromiso con los valores democráticos que estas instituciones deberían defender.
Este silencio editorial en un contexto tan crucial plantea interrogantes sobre el papel de los medios en la política contemporánea y su responsabilidad de guiar al electorado. Con el futuro de la democracia estadounidense en juego, la decisión de no respaldar a un candidato puede ser vista como un acto de deserción que podría tener repercusiones en la percepción pública de estas organizaciones. La comunidad periodística y el electorado deberán reflexionar sobre el papel que deben jugar los medios en un proceso electoral que define el rumbo del país.
Crédito fotográfico: Panther Media GmbH/Alamy