THE LATIN VOX (26 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Una inusual alianza se ha formado en la lucha contra el uso no autorizado de obras creativas por parte de las empresas de inteligencia artificial. A la cabeza se encuentran el magnate de los medios Rupert Murdoch y un amplio grupo de artistas reconocidos, incluyendo al vocalista de Radiohead, Thom Yorke, los actores Kevin Bacon y Julianne Moore, y el autor Kazuo Ishiguro.
Esta semana, iniciaron dos batallas públicas contra las compañías de IA, acusándolas de utilizar su propiedad intelectual sin permiso para desarrollar tecnologías cada vez más potentes y lucrativas. La controversia ha cobrado relevancia a medida que más de 13,000 profesionales creativos de la literatura, la música, el cine, el teatro y la televisión emitieron un comunicado advirtiendo que los programas de entrenamiento de IA, como ChatGPT, que se basan en sus obras sin licencia, representan una “amenaza mayor e injusta” para sus medios de vida. Al final de la semana, ese número casi se duplicó, alcanzando los 25,000 firmantes.
La preocupación radica en que las empresas de tecnología están utilizando masivamente obras creativas como datos de entrenamiento, lo que podría llevar a una disminución en las oportunidades laborales y a una desvalorización del trabajo artístico. Este uso no autorizado no solo afecta a los creadores individuales, sino que también plantea preguntas sobre los derechos de autor y la ética en el desarrollo de tecnologías que dependen de la creatividad humana.
La creciente indignación ha llevado a algunos de estos artistas a considerar acciones legales y a hacer un llamado a la regulación del uso de sus obras en el desarrollo de inteligencia artificial. La lucha por proteger la propiedad intelectual se ha convertido en un frente importante en el debate sobre la IA, destacando la necesidad de un marco legal que respalde y proteja los derechos de los creadores.
Este fenómeno refleja una mayor conciencia sobre los peligros potenciales de la inteligencia artificial y su impacto en diversas industrias creativas. La convergencia de intereses entre un magnate de los medios y destacados artistas subraya la urgencia del asunto y el deseo de encontrar soluciones que respeten el trabajo y la creatividad de quienes generan contenido cultural.
A medida que esta lucha avanza, será crucial observar cómo reaccionan las empresas de tecnología y los legisladores. La industria creativa está en una encrucijada, y su capacidad para adaptarse a la era de la inteligencia artificial dependerá de su habilidad para proteger sus derechos y establecer un diálogo constructivo con el sector tecnológico.
Crédito fotográfico: Andrew Milligan/PA