En una decisión sin precedentes, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha anunciado su intención de desconocer las recientes elecciones parlamentarias en el país, exhortando a los ciudadanos a salir a las calles en señal de protesta. Zurabishvili cuestionó la legitimidad de los resultados, sugiriendo que las elecciones no cumplen con los estándares democráticos y denunciando posibles irregularidades que comprometen la transparencia del proceso.
La presidenta ha sido crítica con el gobierno actual, encabezado por el partido Sueño Georgiano, al cual acusa de manipular el sistema electoral y utilizar métodos coercitivos para influir en los votantes. A pesar de su posición como presidenta, Zurabishvili se ha distanciado públicamente de los líderes de Sueño Georgiano, quienes mantienen un control significativo sobre el parlamento y los órganos de gobierno.
El contexto de esta declaración se desarrolla en un momento de agitación en Georgia, donde la población enfrenta crecientes tensiones políticas y sociales. Diversos sectores han expresado su descontento con la situación actual, especialmente con respecto a la independencia de las instituciones judiciales y a la influencia que Rusia podría estar ejerciendo sobre las políticas internas de Georgia. Zurabishvili ha advertido sobre los riesgos de este escenario, destacando la importancia de la autonomía de Georgia y la necesidad de un liderazgo comprometido con la democracia.
La presidenta hizo un llamado a la comunidad internacional, instando a observadores internacionales a examinar la situación política en Georgia y a denunciar cualquier vulneración a los principios democráticos. La decisión de Zurabishvili podría desencadenar una serie de movilizaciones en todo el país, al tiempo que aumenta la presión sobre el gobierno de Sueño Georgiano para que aborde las demandas de una mayor transparencia y reformas estructurales en el sistema electoral.
Zurabishvili concluyó su mensaje reafirmando su compromiso con el pueblo georgiano y la soberanía nacional, y alentando a los ciudadanos a expresarse pacíficamente en las calles para asegurar que el país retome el camino hacia una democracia plena.