THE LATIN VOX (28 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La ciudad de Tiro, en el sur del Líbano, una vez considerada un refugio, se encuentra desierta mientras los bombardeos israelíes continúan y las órdenes de evacuación se multiplican. Las calles, que solían estar llenas de vida, ahora son sombras de lo que fueron, con la población desplazándose rápidamente en respuesta a advertencias que críticos argumentan están diseñadas para provocar un desplazamiento masivo.
A las 3 de la mañana, un mensaje urgente aparece en la pantalla de los teléfonos: “salgan o mueran”. El responsable de esta alarmante comunicación es Avichay Adraee, el portavoz en árabe de las Fuerzas Armadas de Israel. En un árabe sorprendentemente fluido para un hablante no nativo, Adraee se dirige a la cámara de su teléfono, instando a los libaneses a evacuar áreas específicas “por su seguridad” antes de los ataques a lo que Israel considera infraestructura de Hezbollah.
El miércoles, poco después de las 8 de la mañana, Adraee emitió una nueva orden de evacuación. Los residentes de una gran sección de Tiro, la segunda ciudad más poblada del sur del Líbano, fueron obligados a abandonar sus hogares, uniéndose a las más de 70 aldeas que también han recibido órdenes de evacuación desde el 23 de septiembre. Según cifras oficiales, más de 1.2 millones de personas han sido desplazadas por la ofensiva israelí.
Amnistía Internacional ha criticado estas órdenes de evacuación, calificándolas de inadecuadas y sugiriendo que podrían estar destinadas a provocar un desplazamiento masivo. En varios casos, Israel ha emitido estas órdenes en plena noche a través de redes sociales, dando a los residentes menos de 30 minutos para evacuar antes de que comenzaran los ataques.
La situación en Tiro refleja un contexto humanitario crítico, donde la desesperación y el miedo han obligado a miles a dejar atrás sus hogares y pertenencias. La comunidad internacional observa con preocupación, mientras se intensifican los llamados a la paz y a la protección de los civiles en medio de un conflicto que parece no dar tregua.
A medida que los bombardeos continúan y las órdenes de evacuación se hacen cada vez más urgentes, la historia de Tiro se convierte en un trágico recordatorio de los costos del conflicto, no solo en términos de infraestructura y militar, sino también en la pérdida de vidas y comunidades. La urgencia de encontrar una solución pacífica es más evidente que nunca, mientras el eco de las explosiones resuena en las desiertas calles de esta histórica ciudad.
Crédito fotográfico: Aziz Taher/Reuters