THE LATIN VOX (28 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El futuro político de Japón se encuentra en una encrucijada tras las recientes elecciones, donde los votantes manifestaron su descontento con el gobierno actual, castigo que se tradujo en la pérdida de la mayoría del partido gobernante, el Partido Liberal Democrático (LDP), y su aliado Komeito. Este revés se produce en un contexto de aumento de precios y un escándalo de financiación que ha sacudido la confianza pública.
El LDP y Komeito no lograron asegurar la mayoría en la Cámara Baja en una noche electoral complicada, permitiendo que el partido opositor, el Partido Constitucional Democrático (CDP), obtuviera ganancias significativas. La combinación de LDP y Komeito ganó solo 215 escaños, una caída notable desde los 279, y muy por debajo de los 233 necesarios para mantener su mayoría. Esta es la peor actuación del LDP desde 2009, cuando estuvo fuera del poder durante tres años antes de su resurgimiento bajo Shinzo Abe.
Un primer ministro chastizado, Shigeru Ishiba, quien debía ofrecer un discurso el lunes por la tarde, reconoció que los votantes habían emitido un “juicio severo” contra el LDP. En declaraciones a la cadena pública NHK, Ishiba afirmó que los ciudadanos habían “expresado su fuerte deseo de que el LDP reflexionara y se convirtiera en un partido que actuara de acuerdo con la voluntad del pueblo”.
La incertidumbre sobre si la coalición puede llegar a un acuerdo con un tercer partido para asegurar una mayoría operativa provocó que el yen cayera a su nivel más bajo en tres meses frente al dólar, mientras los inversores se preparaban para un período de inestabilidad política y económica.
En este panorama, dos miembros del gabinete perdieron sus escaños, al igual que varios candidatos implicados en el escándalo de un fondo negro que ha erosionado las calificaciones de aprobación del LDP en los últimos meses. En contraste, el CDP se convirtió en el gran ganador de la noche, pasando de 98 a 148 escaños.
Con el horizonte político japonés nublado por la inestabilidad y la presión de los votantes, el LDP y Komeito se ven obligados a buscar un tercer socio de coalición para formar un gobierno viable. Las negociaciones que se avecinan serán cruciales no solo para el futuro inmediato del LDP, sino también para la dirección política del país en un momento donde la confianza del público está más frágil que nunca.
Mientras tanto, el panorama económico también se encuentra bajo el escrutinio de los inversores y analistas, quienes observan de cerca los movimientos de los líderes políticos en un momento que podría redefinir el rumbo de Japón. La incapacidad para forjar un gobierno estable podría prolongar la incertidumbre y poner en riesgo los esfuerzos por abordar los desafíos económicos que enfrenta la nación.
Crédito fotográfico: Takashi Aoyama / Getty Images file