THE LATIN VOX (3 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La reciente legislación israelí que prohíbe la operación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) amenaza con severamente interrumpir la ayuda a 2.3 millones de personas en Gaza, a menos que el primer ministro Benjamin Netanyahu sea convencido de vetarla. El parlamento israelí votó esta semana a favor de prohibir la organización, además de declararla grupo terrorista, lo que en efecto cortaría toda cooperación y comunicación con el estado judío.
La situación ya es crítica en el campo de refugiados de Shuafat, donde la mala sanidad se suma a otros problemas urgentes. En este contexto, los funcionarios de la ONU advierten que los esfuerzos humanitarios dependen completamente del personal, las instalaciones y las capacidades logísticas de Unrwa. Mientras tanto, otras 900,000 personas en Cisjordania también dependen de la organización para servicios básicos, que la Autoridad Palestina no tiene la capacidad de asumir, lo que genera temores sobre un colapso total.
La doctora Maya Rosenfeld, socióloga y antropóloga de la Universidad Hebrea de Jerusalén, subraya que «no hay alternativa» a Unrwa, destacando que su operación es única en su alcance y escala. “Los proveedores de emergencia pueden intervenir temporalmente, pero no pueden reemplazar lo que Unrwa hace a largo plazo. Es demasiado grande para fallar”, añade.
La legislación anti-UNRWA podría ser vetada por Netanyahu si se logra persuadirlo por parte de aliados occidentales que apoyan las actividades de la agencia. Al mismo tiempo, se espera que grupos de derechos humanos impugnen la ley ante la Corte Suprema de Israel.
La prohibición afectaría a 96 escuelas en Cisjordania que sirven a 45,000 estudiantes, así como a 43 centros de salud y servicios de distribución de alimentos para familias refugiadas. Antes de la guerra en Gaza, UNRWA operaba 278 escuelas para 290,000 estudiantes y distribuía paquetes de alimentos a 1.1 millones de personas, funcionando como una línea de vida crucial.
La legislación fue aprobada por un abrumador 92-10 en la Knesset, marcando un punto bajo en las relaciones de Israel con la ONU, que ha sido acusada de sesgo por parte del estado judío. Las tensiones se intensificaron tras el ataque de Hamas el 7 de octubre, en el que Israel alegó que varios empleados de Unrwa participaron.
Si se implementa la prohibición, Israel dejaría de emitir permisos de entrada y trabajo para el personal extranjero de UNRWA, bloqueando efectivamente la entrega de ayuda a la empobrecida Gaza. «Cientos de miles de personas pasarán de la inseguridad alimentaria aguda a la hambruna masiva», advierte Chris Gunness, exportavoz de UNRWA.
En Gaza, donde las condiciones son ya las peores de la guerra, se teme que la prohibición de Unrwa lleve a un colapso total de la respuesta humanitaria en toda la franja. Gunness enfatiza que «no habrá nadie que les reciba, que les proporcione refugio, alimentos, agua, medicinas y productos de saneamiento».
A pesar de las críticas internacionales a la medida, Israel ha declarado que trabajará con socios internacionales para facilitar la ayuda humanitaria sin amenazar su seguridad, pero aún no ha propuesto una estructura alternativa de ayuda. Si la prohibición se lleva a cabo, UNRWA tendría que cerrar su sede en Jerusalén, dejando a 16,500 personas en Shuafat sin acceso a servicios de salud y educación.
Crédito fotográfico: Eyad Baba/AFP