EE.UU: Kamala Harris cede a Trump y llama a sus seguidores a «no rendirse»

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THE LATIN VOX (7 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

En un emotivo discurso pronunciado el miércoles, Kamala Harris, la vicepresidenta saliente de los Estados Unidos, formalizó su concesión de la elección a Donald Trump, a pesar de que el resultado dejó a muchos de sus seguidores devastados. Desde su alma mater, la Universidad Howard, en Washington D.C., Harris se dirigió a la nación, pidiendo a los ciudadanos estadounidenses que no se desanimaran, sino que se mantuvieran comprometidos en la lucha por proteger la democracia del país.

Bajo un cielo dramáticamente amarillo, Harris apareció en el escenario mientras su nombre era coreado por sus simpatizantes. Su discurso tuvo lugar un día después de que Trump superara los 270 votos electorales necesarios para ganar, completando una notable remontada política, tras cuatro años de controversias y su negativa a ceder el poder después de su derrota en 2020, que culminó en el violento asalto al Capitolio de Estados Unidos.

«La lucha continúa»

“Mientras cedo esta elección, no cedo la lucha que inspiró esta campaña”, dijo Harris, visiblemente afectada por una campaña de 13 semanas a toda velocidad. “Escúchenme cuando digo: la luz de la promesa de América siempre brillará, mientras no nos rindamos nunca”.

A primera hora del miércoles, Harris había llamado a Trump para felicitarlo por su victoria y prometió que la administración Biden participaría en una «transmisión pacífica del poder». Como vicepresidenta, desempeñará un papel ceremonial en la certificación de la victoria de Trump en enero, cuando presidirá el Senado en su capacidad de presidenta de la cámara alta.

En su discurso, Harris enfatizó la importancia de la lealtad al pueblo y a la Constitución de los Estados Unidos, y no a un presidente o a un partido político. La audiencia la aplaudió fuertemente cuando reafirmó su compromiso de colaborar en la transición de poder, comprometiéndose a trabajar con el equipo de Trump para asegurar que el traspaso de la Casa Blanca fuera lo más fluido posible.

Un llamado a la acción

Aunque Harris reconoció el temor de sus seguidores, que temen que Trump represente una amenaza existencial para la democracia estadounidense y el futuro del planeta, les urgió a no rendirse. “Este no es el momento para levantar las manos en señal de derrota”, dijo, recibiendo una ovación. “Este es el momento para organizar, movilizarse y mantenerse comprometidos por el bien de la libertad, la justicia y el futuro que todos sabemos que podemos construir juntos”.

Su mensaje subrayó la necesidad de persistir en la lucha, independientemente del resultado electoral, afirmando que el trabajo por un país más justo y libre no termina con las urnas. Harris destacó que los ideales que motivaron su campaña seguirían vivos, y que el verdadero desafío sería continuar abogando por el cambio social y político, incluso frente a la derrota.

El fin de una elección turbulenta

La concesión pública de Harris marcó el cierre de una de las elecciones más tumultuosas de la historia moderna de Estados Unidos, un proceso electoral que, con poco más de 100 días, fue el más corto de la memoria reciente. La carrera presidencial se aceleró tras la retirada anticipada del presidente Biden, quien semanas antes de la convención de verano del Partido Demócrata ya había decidido su sucesora.

El triunfo de Trump, que al momento de su victoria lideraba al menos cinco de los siete estados clave en disputa, así como la posibilidad de ganar el voto popular, consolidó su regreso al poder. En esta ocasión, Trump logró lo que consideró un “mandato sin precedentes y poderoso”, un retorno respaldado por una victoria decisiva en términos electorales.

Un mandato potente, pero controversial

El regreso de Trump a la Casa Blanca llega con un panorama político distinto al de 2016, cuando logró una victoria electoral sorpresiva contra Hillary Clinton, aunque perdió el voto popular. Ahora, Trump regresa al poder con un claro mandato electoral, pero con un legado controversial marcado por dos juicios políticos, numerosas condenas judiciales y una larga lista de acusaciones pendientes.

Para muchos, el discurso de Harris, aunque de aceptación de la derrota, también fue un recordatorio de los profundos desafíos que enfrenta Estados Unidos en el presente. En lugar de claudicar ante un resultado adverso, la vicepresidenta hizo un llamado a la resistencia cívica y a la unidad en la lucha por una democracia más justa y equitativa, señalando que la batalla por el futuro del país está lejos de terminar.

Un futuro incierto

El mensaje de Harris deja claro que, a pesar de la victoria electoral de Trump, el camino por delante estará lleno de tensiones y desafíos políticos. En este nuevo capítulo de la política estadounidense, donde las divisiones sociales y políticas siguen marcando el pulso del país, la necesidad de un compromiso continuo con los valores democráticos y el bienestar común se hace más urgente que nunca.

Mientras Trump se prepara para un segundo mandato, la promesa de Harris de mantenerse activa y comprometida con la causa del cambio sugiere que la oposición a su gobierno no se desvanecerá fácilmente. Al contrario, la vicepresidenta parece estar preparando el terreno para un futuro en el que las movilizaciones cívicas y el activismo político continuarán siendo esenciales para dar forma a la democracia estadounidense.

Crédito fotográfico: Bloomberg


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