Bev Priestman, la ex entrenadora de la selección femenina de Canadá, ha sido despedida tras una investigación independiente sobre el escándalo de espionaje con drones durante los Juegos Olímpicos de París. La investigación reveló una «cultura inaceptable» y una supervisión insuficiente dentro de los equipos nacionales.
El escándalo surgió cuando la Federación de Fútbol de Canadá (Canada Soccer) fue multada con 228,000 dólares por la FIFA y perdió seis puntos de clasificación después de que Nueva Zelanda presentara una queja por el uso de drones para espiar a sus entrenamientos previos al torneo. Priestman, junto con la asistente de entrenador Jasmine Mander y el analista Joey Lombardi, recibieron una suspensión de un año por parte de la FIFA.
El informe de la investigación, realizado por Sonia Regenbogen de la firma Mathews, Dinsdale & Clark, encontró que el incidente en París era un síntoma de una cultura pasada inaceptable y una supervisión insuficiente dentro de los equipos nacionales. Según el CEO de Canada Soccer, Kevin Blue, y el presidente Peter Augruso, «mientras los jugadores de los equipos nacionales actuaron admirablemente, los estándares culturales y la gestión de los programas de los últimos años no cumplieron con las expectativas».
El informe también identificó posibles violaciones del Código de Conducta y Ética de Canada Soccer por parte del exentrenador del equipo masculino, John Herdman, aunque Herdman aún no ha dado evidencia debido a problemas de programación. Canada Soccer ha iniciado un proceso disciplinario contra Herdman bajo su Código Disciplinario.
Como resultado de la investigación, Canada Soccer está implementando cambios organizativos, incluyendo la obligación de reportar comportamientos no éticos, capacitación en ética para entrenadores y personal, y la creación de un nuevo Comité Independiente de Auditoría y Cumplimiento.
El informe completo de 400 páginas no se ha hecho público, pero un resumen de 36 puntos con 135 redacciones fue liberado. Blue mencionó que las conclusiones y hallazgos son consistentes y no son halagadores, independientemente de las redacciones.