La Estación Espacial Internacional (ISS) ha estado perdiendo aire durante los últimos cinco años, y las agencias espaciales de Estados Unidos y Rusia no están de acuerdo sobre cómo solucionar el problema. La fuga se encuentra en el módulo ruso PrK, que conecta un puerto de acoplamiento con el módulo Zvezda. Aunque se ha realizado un parche temporal, la fuga sigue siendo una preocupación importante.
NASA ha expresado preocupaciones sobre la integridad estructural del módulo PrK y la posibilidad de un fallo catastrófico. Por otro lado, Roscosmos no cree que la desintegración catastrófica del módulo sea realista y considera que las operaciones pueden continuar de manera segura.
El Comité Asesor de la ISS de Estados Unidos, presidido por el exastronauta Bob Cabana, ha señalado que no hay un entendimiento común entre las dos agencias sobre las causas y la gravedad de la fuga. NASA cree que la fuga es causada por múltiples factores, incluyendo el estrés mecánico, el estrés residual, las propiedades del material y la exposición ambiental. Por otro lado, Roscosmos cree que la causa más probable son las vibraciones microcíclicas.
A pesar de las diferencias, ambas agencias continúan investigando y trabajando en soluciones para asegurar la seguridad de la tripulación de la ISS. La fuga se ha incrementado desde 2019, y aunque se ha reducido temporalmente, sigue siendo un riesgo significativo.