El presidente de China, Xi Jinping, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunieron por última vez antes de que Donald Trump asuma la presidencia en enero. Este encuentro, que tuvo lugar en el marco de la cumbre de la APEC en Lima, Perú, marca el final de una era de relaciones diplomáticas entre ambos líderes y abre un nuevo capítulo de incertidumbre en las relaciones entre Estados Unidos y China.
Durante la reunión, que duró casi dos horas, Xi Jinping expresó su disposición a trabajar con la nueva administración estadounidense para mantener la comunicación, expandir la cooperación y gestionar las diferencias. «China está lista para trabajar con una nueva administración de EE.UU. para mantener la comunicación, expandir la cooperación y gestionar las diferencias, con el fin de lograr una transición estable de la relación China-EE.UU. en beneficio de ambos pueblos», dijo Xi a través de un intérprete.
Por su parte, Biden subrayó la importancia de la estabilidad en la relación entre ambos países y destacó los logros alcanzados durante su mandato. «En los últimos cuatro años, las relaciones entre China y EE.UU. han experimentado altibajos, pero con nosotros al timón, también hemos mantenido diálogos fructíferos y cooperación, logrando en general estabilidad», afirmó Biden.
Uno de los principales acuerdos alcanzados durante la reunión fue evitar que la inteligencia artificial controle los sistemas de armas nucleares, un avance significativo en los esfuerzos de la administración Biden para abordar la seguridad nuclear y la proliferación. Ambas partes se comprometieron a garantizar que «debe haber control humano sobre la decisión de usar armas nucleares».
Además, Biden presionó a Xi para que limite el apoyo de Corea del Norte a Rusia en su conflicto con Ucrania y se lograron avances hacia la liberación de dos ciudadanos estadounidenses encarcelados en China, considerados «detenidos injustamente» por el Departamento de Estado.
La reunión también abordó la necesidad de evitar una «nueva Guerra Fría» y la importancia de inyectar más certidumbre y energía positiva en el mundo turbulento actual. Xi enfatizó que una relación estable entre China y EE.UU. es crucial no solo para ambos países, sino también para el «futuro y destino de la humanidad».
Este encuentro marca el fin de una relación diplomática de 15 años entre Biden y Xi, quienes se conocieron cuando ambos eran vicepresidentes. A medida que Trump se prepara para asumir la presidencia, se espera que adopte un enfoque más agresivo hacia China, lo que podría alterar la estabilidad relativa lograda durante el mandato de Biden.