THE LATIN VOX (17 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Durante la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima, el presidente chino Xi Jinping expresó su disposición para colaborar con la nueva administración de Donald Trump, en lo que parece ser su último encuentro con el presidente saliente Joe Biden. La reunión de dos horas entre ambos líderes tuvo lugar en un ambiente tenso pero productivo, centrado en el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y China.
Xi indicó que China está “lista para trabajar con la nueva administración de EE. UU.”, con el objetivo de “mantener la comunicación, expandir la cooperación y gestionar las diferencias, buscando así una transición estable en la relación entre ambos países”. Aunque no mencionó directamente a Trump, el líder chino aludió a los temores de una nueva guerra comercial y posibles tensiones diplomáticas que las políticas del expresidente podrían generar cuando asuma nuevamente la Casa Blanca en enero.
Desafíos en la relación EE. UU.-China bajo Trump
Durante su campaña, Trump ha prometido adoptar una postura más agresiva hacia China, incluidas tarifas de hasta el 60% sobre las importaciones chinas, lo que podría afectar a bienes por un valor de hasta 500 mil millones de dólares. Además, Trump ha sugerido una posible intervención para poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania “en 24 horas”, una declaración que ha generado inquietud sobre la disminución de la ayuda militar a Ucrania y la posible pérdida de territorio en manos de Rusia. Este giro en la política estadounidense podría ofrecer a China una oportunidad para reforzar su papel como mediador global, ampliando su influencia en la arena internacional.
En su intervención, Biden subrayó que, a pesar de las diferencias, sus conversaciones con Xi siempre fueron “francas” y “directas”. El presidente estadounidense insistió en la importancia de evitar que la competencia entre ambos países derivara en conflicto: “Nuestra responsabilidad es demostrar que es posible mantener esta relación de manera constructiva”, afirmó Biden.
El control humano sobre las armas nucleares y la inteligencia artificial
Un punto de consenso importante entre los dos líderes fue la cuestión del control sobre el uso de armas nucleares. Ambos coincidieron en que deben ser los seres humanos, y no la inteligencia artificial (IA), quienes tomen decisiones sobre el uso de armamento nuclear. Según un comunicado de la Casa Blanca, “los dos líderes reafirmaron la necesidad de mantener el control humano sobre la decisión de usar armas nucleares” y también hicieron hincapié en la necesidad de desarrollar tecnologías de IA en el ámbito militar de manera “prudente y responsable”.
Este acuerdo sobre el control de armas nucleares y la inteligencia artificial es significativo, ya que refleja el reconocimiento mutuo de los peligros que suponen estos avances tecnológicos. Sin embargo, aún no está claro si esta declaración dará paso a nuevas negociaciones o acciones concretas. Washington ha instado a Beijing a poner fin a su resistencia histórica para hablar sobre armas nucleares, aunque los avances en este tema han sido limitados.
La incertidumbre ante la vuelta de Trump y los problemas de seguridad cibernética
A medida que la vuelta de Trump a la Casa Blanca se aproxima, el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y China se encuentra envuelto en incertidumbre. Entre las nominaciones de gabinete de Trump, destacan figuras como el senador de Florida, Marco Rubio, para el cargo de secretario de Estado, y el representante republicano Mike Waltz como asesor de seguridad nacional. Ambos son conocidos por sus posturas duras hacia China, lo que podría complicar aún más la dinámica bilateral.
Por otro lado, las tensiones se han visto agravadas por recientes informes de investigaciones del FBI, que apuntan a intentos de hackeo por parte del gobierno chino para robar información sensible de funcionarios del gobierno estadounidense, incluido Trump y su compañero de fórmula JD Vance. Estas revelaciones han dejado claro que la ciberguerra es otro de los frentes abiertos entre ambas naciones.
El papel de China en un mundo cada vez más polarizado
En sus declaraciones previas a la cumbre, Xi adoptó un tono más sombrío, advirtiendo sobre el “periodo de turbulencia y transformación” que enfrenta el mundo y mencionando los peligros del “unilateralismo y el proteccionismo” que, según él, están ganando terreno en la escena internacional. Esta advertencia no solo subraya la creciente preocupación de China por el aislamiento global, sino que también refleja la creciente polarización entre las grandes potencias.
La relación entre EE. UU. y China sigue siendo uno de los temas más complejos y de mayor alcance en la política internacional actual. A pesar de las diferencias y los desafíos, ambos líderes parecen coincidir en la necesidad de gestionar esta relación de manera que se evite el conflicto directo. Sin embargo, con el regreso de Trump y el creciente papel de China en los asuntos mundiales, el camino hacia un entendimiento mutuo sigue siendo incierto.
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