THE LATIN VOX (21 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El envenenamiento por metanol está poniendo en alerta a las autoridades sanitarias de Tailandia, donde dos adolescentes australianos se encuentran gravemente enfermos en un hospital tras sufrir lo que se sospecha es intoxicación por metanol mientras viajaban por Laos. Este par de jóvenes se suman a varios casos de intoxicación en turistas que, sin saberlo, consumieron bebidas alcohólicas contaminadas con metanol en este país del sudeste asiático. Se ha reportado que tres personas han muerto como resultado de esta intoxicación masiva.
Entonces, ¿qué es exactamente el metanol, cómo llega a las bebidas alcohólicas y por qué es tan peligroso para nuestra salud?
Metanol vs. etanol
El metanol es un tipo de alcohol, al igual que el etanol, que es el alcohol que consumimos comúnmente en las bebidas alcohólicas. Ambos son líquidos incoloros y volátiles, y tienen un olor similar, pero sus estructuras químicas son muy diferentes.
El metanol está compuesto por un solo átomo de carbono, mientras que el etanol tiene dos. Esta diferencia aparentemente pequeña tiene consecuencias muy graves: mientras que el etanol es procesado de manera relativamente segura por nuestro cuerpo, el metanol es mucho más tóxico y su consumo puede resultar fatal. El metanol se utiliza en una variedad de productos industriales y domésticos, como líquidos limpiaparabrisas, anticongelantes y combustibles, pero no es apto para el consumo humano.
¿Qué hace al metanol tan tóxico?
La diferencia fundamental entre el metanol y el etanol radica en cómo se metabolizan en nuestro cuerpo. El etanol se descompone en una sustancia química llamada acetaldehído. Aunque el acetaldehído es tóxico, el cuerpo lo convierte rápidamente en acetato (también conocido como ácido acético, el principal componente del vinagre). Este proceso genera un ácido, pero el acetato es utilizado por el cuerpo como fuente de energía y para producir moléculas importantes para el funcionamiento celular.
En cambio, cuando el metanol se descompone, primero se convierte en formaldehído, una sustancia química utilizada en la fabricación de pegamentos industriales y en el embalsamamiento de cadáveres. Posteriormente, el formaldehído se transforma en ácido fórmico, el mismo compuesto que causa el dolor al ser picados por ciertas hormigas.
A diferencia del acetato, que es aprovechado por el cuerpo, el ácido fórmico es sumamente venenoso para las mitocondrias, las «centralitas energéticas» de las células. Esta toxicidad provoca una grave acidosis metabólica, un estado en el que se acumula un exceso de ácido en el cuerpo, lo que interfiere con diversas funciones vitales.
Síntomas de intoxicación por metanol
La intoxicación por metanol puede causar una serie de síntomas graves, que incluyen náuseas, vómitos y dolor abdominal. A medida que la acidosis progresa, se produce una depresión del sistema nervioso central, lo que puede llevar a la persona intoxicada a perder el conocimiento, entrar en coma e incluso sufrir daños en la retina, lo que puede resultar en la pérdida de visión. Las retinas son particularmente vulnerables debido a la alta concentración de mitocondrias activas que poseen.
Aunque la muerte no es inevitable si solo se ha consumido una pequeña cantidad de metanol, el tratamiento rápido puede reducir significativamente el daño. Sin embargo, incluso con dosis no letales, si no se administra tratamiento de forma inmediata, puede haber daño permanente en la visión.
Prevención y tratamiento
El metanol es extremadamente peligroso y, en muchos casos, las personas intoxicadas no se dan cuenta de que han consumido una bebida contaminada hasta que ya presentan síntomas graves. Es fundamental que los turistas y consumidores de alcohol en países con menos regulación sobre la producción de bebidas alcohólicas estén alertas a los riesgos de la intoxicación por metanol, especialmente en entornos donde las bebidas pueden ser adulteradas.
El tratamiento de la intoxicación por metanol incluye la administración de etanol o fomepizol, que bloquean la conversión de metanol en formaldehído y ácido fórmico. En casos graves, puede ser necesario realizar diálisis para eliminar las toxinas del cuerpo. Es vital que las personas intoxicadas reciban atención médica lo más pronto posible para evitar daños irreparables y salvar vidas.
El metanol es un veneno letal que puede encontrarse en bebidas alcohólicas adulteradas, y su consumo accidental puede llevar a consecuencias mortales si no se trata rápidamente. Los casos recientes en Tailandia subrayan la importancia de la regulación y el control de la producción de alcohol, así como la necesidad de educar al público sobre los riesgos del metanol. La clave para prevenir tragedias está en una rápida identificación de los síntomas y un tratamiento médico inmediato.
Crédito fotográfico: Joseph De Leo, Food Styling by Rebecca Jurkevich