THE LATIN VOX (22 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy ha calificado de «grave y clara escalada» en la guerra el reciente ataque con un misil balístico experimental lanzado por Rusia, y ha solicitado una condena mundial firme. Este ataque ocurre en un momento en que la OTAN acusa al presidente ruso, Vladimir Putin, de intentar intimidar tanto a Ucrania como a sus aliados occidentales.
Zelenskyy subrayó la gravedad del uso de este nuevo misil, que Moscú describió como parte de su respuesta a los planes de Estados Unidos de producir y desplegar misiles de alcance intermedio y corto. En su intervención, Putin afirmó que Rusia “tiene el derecho” de atacar a los países occidentales que proporcionen armamento a Ucrania, señalando que la situación en Ucrania, que antes era un conflicto regional, ahora posee elementos de una crisis de escala global.
«Un conflicto regional en Ucrania, provocado previamente por Occidente, ha adquirido elementos de un carácter global», afirmó Putin en un mensaje transmitido por la televisión estatal rusa, donde también amenazó con más ataques en el futuro si la situación se agrava.
La OTAN, a través de su portavoz Farah Dakhlallah, respondió rápidamente, señalando que el despliegue de este tipo de misiles no cambiará el curso del conflicto ni disuadirá a los aliados de la alianza militar de seguir apoyando a Ucrania. Dakhlallah agregó que los ataques rusos buscan sembrar el terror entre la población civil y amenazar a los aliados de Ucrania, pero que la OTAN no permitirá que estos actos de agresión desvíen su apoyo hacia el país en guerra.
En este contexto, la preocupación internacional crece ante la nueva capacidad militar de Rusia. Según el Pentágono, el misil utilizado en este ataque tiene un diseño basado en el RS-26 Rubezh, un misil balístico intercontinental de largo alcance, y podría ser modificado para llevar cabezas nucleares o convencionales. Aunque la cantidad de misiles de este tipo en posesión de Rusia es aún incierta, se considera que son experimentales y limitados en número.
El uso de este misil marca una intensificación de las tensiones, que vienen acompañadas de una serie de amenazas y respuestas militares de ambas partes. Recientemente, Ucrania lanzó misiles Atacms de fabricación estadounidense y Storm Shadow de origen británico contra objetivos militares rusos, lo que ha llevado a ambas naciones a aumentar sus esfuerzos bélicos en los últimos meses del conflicto.
A nivel internacional, las reacciones no se hicieron esperar. Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU, António Guterres, calificó de «preocupante» el uso de misiles de alcance intermedio por parte de Rusia y subrayó que todas las partes deben trabajar para reducir la escalada y proteger a los civiles. Por su parte, Zelenskyy apeló a la comunidad internacional a responder con firmeza, recordando que la falta de una reacción contundente ante las acciones de Rusia enviaría un mensaje de que tal comportamiento es tolerable.
Zelenskyy también criticó a Putin por «escupir en la cara» a aquellos que realmente buscan la paz, destacando que la respuesta mundial hasta ahora ha sido insuficiente y que el presidente ruso está “probando” la unidad y determinación de sus aliados. «El mundo debe responder. Si no lo hace, Putin entenderá que este comportamiento es aceptable, y eso no puede ser», insistió.
El último ataque subraya la creciente urgencia de una resolución del conflicto, justo cuando el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prepara su toma de posesión el 20 de enero. Trump ha expresado su deseo de poner fin a la guerra, aunque aún se desconoce cómo pretende hacerlo. Mientras tanto, tanto Ucrania como Rusia buscan mejorar sus posiciones estratégicas antes de la llegada de la nueva administración estadounidense.
Este ataque, junto con los recientes desarrollos en la guerra, demuestra que las tensiones entre Ucrania y Rusia siguen escalando sin visos de una pronta resolución. La comunidad internacional se enfrenta a un dilema crucial: ¿cómo responder de manera efectiva para evitar una catástrofe aún mayor?
Crédito fotográfico: Reuters