THE LATIN VOX (22 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
En su esperado libro de memorias, Freedom, Angela Merkel revela detalles inéditos de su relación con Donald Trump, quien, según la ex canciller alemana, inicialmente la sorprendió por su comportamiento “emocional” y su inclinación por los autócratas. Merkel, quien gobernó Alemania durante 16 años, narra cómo en su primer encuentro con Trump en 2017, en la Casa Blanca, cometió el error de tratar al entonces presidente de Estados Unidos como a “alguien completamente normal”. Sin embargo, pronto se dio cuenta de la naturaleza impredecible y manipuladora de Trump.
El encuentro, como recuerda Merkel, estuvo marcado por un intento de Trump de humillarla al negarse a estrecharle la mano antes de las cámaras. En lugar de ignorarlo, Merkel, de manera casi instintiva, le sugirió que repitieran el gesto. “En cuanto las palabras salieron de mi boca, me reprendí a mí misma. ¿Cómo pude olvidar que Trump sabía perfectamente lo que hacía?”, escribe Merkel, reflexionando sobre cómo Trump buscaba provocar reacciones y llamar la atención con su comportamiento, mientras ella se comportaba como si estuviera dialogando con una persona “completamente normal”.
En su libro, que abarca más de 700 páginas y que se publica el próximo martes, Merkel ofrece un análisis detallado de su vida y carrera política, desde su infancia en la Alemania comunista hasta su ascenso dentro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su liderazgo europeo. La ex canciller, conocida como la «reina de Europa» y la «líder del mundo libre», se muestra franca al evaluar su relación con Trump. Lo describe como una persona “emocional”, que parece impulsada por agravios y una necesidad constante de atención, en contraposición con su estilo más “factual” y analítico.
Merkel también critica la relación de Trump con los líderes autoritarios, en particular con el presidente ruso Vladimir Putin, a quien el expresidente de EE. UU. parecía admirar. A pesar de la animosidad entre los dos, Merkel apunta que Trump se mostró particularmente fascinado por figuras políticas con rasgos autocráticos y dictadores, algo que ella veía como un obstáculo para los esfuerzos internacionales de cooperación.
La ex canciller también reflexiona sobre cómo Trump manejaba la política exterior de manera competitiva, viendo a cada país como un rival en una partida de suma cero, en la que el éxito de uno significaba el fracaso de otro. Esta visión fue especialmente evidente cuando Trump decidió retirar a Estados Unidos del acuerdo climático de París, un golpe durísimo que Merkel no tardó en calificar como un retroceso global. En busca de consejo, la ex canciller acudió al Papa Francisco, quien le sugirió que, ante opiniones opuestas, debía “doblarse, doblarse, pero asegurarse de que no se rompa”. Un consejo que Merkel acogió, admirando la imagen de flexibilidad sin perder la firmeza.
A pesar de las diferencias, Trump no dejó de atacar a Merkel y a Alemania, especialmente por su política de acogida de más de un millón de refugiados en 2015 y 2016, algo que Trump acusó de “arruinar” el país. Además, Trump criticó a Berlín por sus políticas comerciales y por “aprovecharse” de la inversión militar de Estados Unidos en la OTAN.
El libro de Merkel también toca su relación con Putin, a quien encontró manipulador y vengativo, pero al mismo tiempo reconoce que el presidente ruso tenía algunos puntos válidos en su feroz discurso antioccidental pronunciado en la Conferencia de Seguridad de Múnich en 2007. Merkel menciona que, entre las críticas de Putin, había algunos argumentos que no consideraba completamente absurdos, como la falta de pruebas de armas químicas en Irak, lo que cuestionó la justificación estadounidense para el cambio de régimen en ese país.
En un giro final, Merkel expresa su apoyo a Kamala Harris, la vicepresidenta de Estados Unidos, deseando que “derrote a su competidor y se convierta en presidenta”, aunque aclara que su respaldo fue escrito antes de las elecciones presidenciales de este mes.
A través de Freedom, Merkel no solo ofrece una mirada introspectiva a su vida y carrera política, sino también una evaluación crítica de los líderes mundiales con los que tuvo que lidiar, destacando las complejidades de sus interacciones con figuras como Trump y Putin, y el papel que ambos desempeñaron en la política global durante su mandato.
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