THE LATIN VOX (23 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El gobierno de Haití ha convocado al embajador de Francia en Puerto Príncipe para expresar su indignación por los comentarios «inamistosos e inapropiados» del presidente francés, Emmanuel Macron, quien fue captado en cámara llamando a los líderes haitianos “idiotas”. Las declaraciones de Macron, que se produjeron en un video durante un viaje a Brasil, han causado una gran polémica en Haití, un país que, además de enfrentar graves crisis internas, mantiene una compleja relación histórica con la antigua potencia colonial.
El video y la reacción en Haití
En el video, que fue grabado el miércoles, Macron se refiere a la decisión del Consejo Presidencial Transitorio de Haití de destituir al primer ministro Garry Conille a principios de noviembre, en medio de una intensificación de la violencia de las pandillas, como “totalmente estúpida”. El presidente francés también es escuchado diciendo: “Son unos completos idiotas, nunca debieron haberlo destituido”, refiriéndose a los líderes haitianos responsables de la decisión.
Macron no se detuvo allí, y continuó culpando a Haití de la situación de inseguridad en el país, particularmente por la expansión del narcotráfico. “Francamente, los haitianos mataron a Haití permitiendo que el narcotráfico se apoderara del país”, añadió, provocando un fuerte rechazo tanto a nivel gubernamental como en la sociedad civil haitiana.
La respuesta a sus palabras fue rápida: el Ministerio de Relaciones Exteriores de Haití convocó al embajador francés, Antoine Michon, para transmitir su protesta oficial por lo que calificó como comentarios «ofensivos e inadecuados».
El contexto histórico de Haití y Francia
Las declaraciones de Macron toman una carga aún mayor dado el complejo y doloroso pasado histórico entre Haití y Francia. Haití, que fue la primera nación en América Latina en obtener su independencia en 1804, luchó contra un sistema colonial brutal, el cual le permitió liberarse de la esclavitud. Sin embargo, tras su independencia, Haití fue forzado a pagar a Francia una «deuda» por las pérdidas de bienes, incluidos los esclavos, lo que sometió al país a un ciclo de deudas impagables que algunos activistas calculan en más de 100 mil millones de dólares en términos actuales.
Hoy en día, muchos en Haití y en la diáspora exigen reparaciones por esa deuda histórica, argumentando que ha sido uno de los factores clave en el ciclo de pobreza y desestabilización política que afecta al país desde su independencia.
El desafío interno de Haití
La situación interna de Haití es también un factor central en esta crisis diplomática. El país vive una profunda crisis política, con un liderazgo fragmentado y numerosas acusaciones de corrupción que han empañado la credibilidad del Consejo Presidencial Transitorio. Recientemente, tres de sus miembros fueron señalados por corrupción y aún permanecen en sus puestos, lo que agrava la ya inestable situación. Además, casi la mitad de la población enfrenta una grave inseguridad alimentaria, mientras que las bandas armadas, que controlan amplias áreas del país, continúan su lucha por el dominio territorial.
La destitución de Conille, quien había sido nombrado primer ministro en 2023 tras un largo vacío de poder, es vista como un golpe más a la estabilidad de un gobierno que lucha por controlar la violencia y avanzar en un proceso electoral. La designación de Conille fue apoyada por la comunidad internacional debido a su experiencia previa en la ONU, pero las tensiones con el consejo presidencial lo llevaron a su caída.
La respuesta de Macron y el futuro de la relación bilateral
En un intento por suavizar el impacto de sus comentarios, Macron ofreció declaraciones conciliatorias al día siguiente, desde Chile. Aseguró que “Francia nunca se dará la vuelta ante una crisis” y reiteró el compromiso de su país con Haití, afirmando que no habrá “doble moral” ante la tragedia, ya sea en Haití, Venezuela o en las puertas de Europa. Francia, que ha aportado 4 millones de euros al fondo de la ONU para financiar una misión de seguridad en Haití, también ha mostrado su disposición a continuar colaborando para restaurar la estabilidad en el país caribeño.
El gobierno francés, por su parte, a través del embajador Michon, expresó en su reunión con autoridades haitianas que Francia continuará brindando apoyo a Haití, especialmente en la restauración de la seguridad y la organización de elecciones. Sin embargo, la relación entre ambos países sigue siendo tensa, especialmente debido al legado histórico que aún pesa sobre las relaciones bilaterales.
Un futuro incierto para Haití
El intercambio de declaraciones entre Francia y Haití pone de manifiesto la complejidad de las relaciones internacionales en un contexto de crisis política y social. Mientras Haití sigue luchando por encontrar un camino hacia la estabilidad y la paz, el país enfrenta no solo los desafíos internos de gobernanza, sino también la presión de la comunidad internacional para resolver sus problemas de seguridad y restaurar el orden político.
En este escenario, la solidaridad internacional, especialmente de países con un pasado colonial en la región, tendrá que equilibrarse con un respeto profundo hacia la soberanía de Haití y un reconocimiento de la deuda histórica que sigue sin saldarse.
Crédito fotográfico: Reuters