THE LATIN VOX (26 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha emergido como una herramienta poderosa en diversas áreas, desde la medicina hasta el entretenimiento. Sin embargo, su uso no siempre ha sido positivo.
En Europa, los movimientos de extrema derecha han comenzado a emplear tecnologías de generación de imágenes mediante IA para difundir contenido manipulador, alimentando temores y divisiones en torno a cuestiones como la inmigración, la islamofobia y el anti-europeísmo. Este fenómeno ha crecido significativamente desde las elecciones al Parlamento Europeo de 2024, y expertos advierten que se trata solo de la punta del iceberg.
El uso de IA en las campañas de la extrema derecha
El uso de la IA generativa ha sido identificado como un componente central en las estrategias de campaña de partidos de extrema derecha en Europa, especialmente tras las elecciones parlamentarias europeas de este año.
Según expertos, la facilidad con la que se pueden crear imágenes realistas y de alto impacto sin necesidad de grandes conocimientos técnicos ha hecho de la IA una herramienta atractiva para estos movimientos. «La IA ha bajado las barreras para crear contenido, permitiendo que actores marginales generen imágenes que antes habrían requerido habilidades de codificación avanzadas», explica William Allchorn, investigador de la Universidad Anglia Ruskin.
En muchos casos, los partidos de extrema derecha han optado por utilizar imágenes creadas con IA sin marcas de agua o identificadores, lo que les permite presentar estos contenidos como si fueran reales o provenientes de fuentes legítimas. Esta falta de transparencia aumenta la desinformación y dificulta la detección de manipulación, lo que amplifica su impacto en la opinión pública.
El auge de las imágenes anti-inmigración
Desde las elecciones europeas, se ha observado una proliferación de imágenes generadas por IA que representan una invasión de inmigrantes, una narrativa que muchos partidos de extrema derecha en Europa han explotado para generar miedo y rechazo.
En Alemania, el partido Alternativa para Alemania (AfD) ha utilizado imágenes de mujeres rubias de ojos azules, acompañadas de slogans xenófobos, como parte de su campaña contra la inmigración. Una de las imágenes más polémicas mostraba a una mujer rubia con una bandera alemana de fondo, instando a la gente a no emigrar a Alemania debido a la supuesta llegada de «especialistas en violaciones de pandillas», una retórica que distorsiona y exacerba los temores hacia los inmigrantes.
En Francia, los partidos de extrema derecha también han adoptado la IA para crear imágenes dramáticas, como la representación de personas desembarcando en la costa en botes, con mensajes anti-inmigrantes. Estos contenidos no solo buscan manipular la percepción pública sobre la inmigración, sino también generar una sensación de urgencia y peligro, lo que favorece la agenda de políticas más restrictivas.
Otras campañas y el papel de las redes sociales
La IA también ha sido utilizada para atacar a figuras políticas, como el presidente francés Emmanuel Macron, a quien se le ha retratado en situaciones ficticias mediante imágenes generadas por IA, con el fin de deslegitimar su figura y su política.
En Italia, el partido Lega de Matteo Salvini ha lanzado campañas que incluyen imágenes de un hombre embarazado con barba o grupos de personas en vestimenta árabe quemando copias de «La Divina Comedia», en un intento de alimentar los temores hacia los musulmanes y los migrantes.
A lo largo de Europa, los grupos de extrema derecha también han utilizado IA para crear memes islamófobos y mensajes de odio, que se difunden rápidamente a través de plataformas como Facebook, Twitter (ahora conocida como X) e Instagram. Estos contenidos, a menudo sin marcas de agua y creados para parecer reales, refuerzan estereotipos negativos y generan una retórica agresiva hacia grupos minoritarios.
Reacciones y preocupaciones
El uso de la IA generativa ha llamado la atención de organismos de control de las plataformas, como el Consejo de Supervisión de Meta, la empresa matriz de Facebook. Este mes, Meta abrió una investigación sobre un contenido de un grupo alemán que utilizó una imagen generada por IA con un mensaje anti-inmigración.
Aunque las plataformas sociales han tomado medidas para moderar estos contenidos, los expertos advierten que la proliferación de este tipo de material sigue siendo un desafío considerable.
Salvatore Romano, director de investigación de AI Forensics, una organización sin fines de lucro que analiza la desinformación digital, señala que lo que está ocurriendo es solo «la punta del iceberg». La facilidad de acceso a herramientas de IA hace que cualquier persona, incluso fuera de los canales oficiales de los partidos políticos, pueda crear y difundir contenido manipulador.
El futuro del contenido generado por IA en la política
La creciente utilización de la IA en la política de extrema derecha también plantea preocupaciones sobre el futuro de las campañas electorales y la integridad de los procesos democráticos. Los expertos advierten que, aunque los partidos más establecidos han mostrado cierta cautela en cuanto al uso de estas tecnologías, los movimientos extremistas parecen no tener reparos éticos sobre la creación y difusión de imágenes falsas.
«Los actores mainstream aún tienen preocupaciones éticas sobre la efectividad, autenticidad y fiabilidad de estos modelos, preocupaciones que los actores de extrema derecha no comparten», explica Allchorn.
La capacidad de la IA para generar contenidos visuales convincentes y la rapidez con la que se pueden difundir en redes sociales representan una amenaza creciente para la democracia y la convivencia social en Europa.
El uso de la IA para manipular la opinión pública es un fenómeno emergente que promete seguir creciendo. En Europa, el espectro de la desinformación alimentada por la inteligencia artificial está cada vez más presente, y los ciudadanos y autoridades deben estar preparados para enfrentarse a este nuevo reto en la era digital.
Crédito fotográfico: AP Photo/Thomas Padilla