THE LATIN VOX (28 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
En una de las operaciones más exitosas contra el narcotráfico, las autoridades colombianas, en colaboración con 62 países, han logrado incautar un récord mundial de 225 toneladas de cocaína en tan solo seis semanas. La Operación Orión, un esfuerzo conjunto sin precedentes, ha revelado una nueva ruta de tráfico de drogas hacia Australia, utilizando semisumergibles de los llamados «narcosubmarinos», que transportan cantidades masivas de droga a través de océanos distantes.
Este golpe al narcotráfico ha sido significativo, no solo por el volumen incautado, sino por su impacto en los carteles de América Latina, que dominan el comercio mundial de cocaína. Según las estimaciones de la ONU, cada año se producen 2,700 toneladas de cocaína en todo el mundo, y el récord anterior de incautaciones de Colombia fue de 671 toneladas en 2022.
Con esta nueva operación, las autoridades colombianas han desbaratado una porción significativa de este comercio, estimando que se han evitado miles de muertes por sobredosis y que 8,5 mil millones de dólares han sido sacados de las manos de los carteles.
La Operación Orión no solo resultó en una incautación histórica de 225 toneladas de cocaína, sino también en 1,400 toneladas de otros narcóticos, como marihuana, y la detención de más de 400 personas involucradas en el tráfico de drogas, armas y migrantes ilegales.
Entre los hallazgos más sorprendentes de la operación, se encuentran seis semisumergibles interceptados, lo que reveló una nueva y sofisticada ruta de tráfico hacia Australia, un mercado de cocaína en auge.
La ruta hacia Australia: innovación de los narcotraficantes
Los semisumergibles, pequeños submarinos diseñados para navegar cerca de la superficie del agua y evadir la detección, fueron uno de los descubrimientos clave de la operación. Estos barcos, que pueden transportar hasta 10 toneladas de cocaína, suelen ser casi invisibles mientras navegan en las aguas internacionales. En uno de los casos más sorprendentes, un semisumergible cargado con cinco toneladas de cocaína fue interceptado a más de 2,000 kilómetros al suroeste de la isla Clipperton, en el Pacífico, mientras se dirigía a Australia.
Este hallazgo marca la primera vez que se intercepta un semisumergible en ruta hacia Oceanía, lo que sugiere que los narcotraficantes han comenzado a utilizar estos vehículos para eludir los controles en los puertos y pasar desapercibidos en alta mar. El barco había salido de Tumaco, en la costa pacífica de Colombia, con destino directo a Australia, un mercado donde la cocaína se vende hasta seis veces más cara que en Estados Unidos, alcanzando hasta 240,000 dólares por kilogramo.
El aumento de la demanda de cocaína en Australia, impulsado por los altos precios, ha incentivado a los narcotraficantes a innovar, utilizando nuevas rutas y métodos para transportar la droga a través del mundo.
Según el capitán Manuel Rodríguez, director de la unidad antidrogas de la Armada colombiana, este tipo de innovaciones son una respuesta directa a los esfuerzos de las autoridades para combatir el tráfico de estupefacientes. «Los narcotraficantes están siempre un paso adelante, pero nuestra cooperación internacional está demostrando que podemos seguirles el ritmo», afirmó Rodríguez.
Cooperación internacional y el futuro del combate al narcotráfico
La colaboración entre 62 países, junto con instituciones académicas como el Royal United Services Institute del Reino Unido, ha sido fundamental para el éxito de la Operación Orión. Las naciones participantes han compartido inteligencia clave y han utilizado una combinación de aviones, helicópteros y fragatas para interceptar los cargamentos de droga.
Sin embargo, la cooperación más importante ha sido en el intercambio de información de inteligencia, que ha permitido a las fuerzas del orden anticiparse a los movimientos de los narcotraficantes.
Rodríguez destacó que la interceptación de los semisumergibles ha abierto nuevas posibilidades para combatir el tráfico de drogas y para entender mejor cómo los carteles de la droga operan a escala global. Además, se ha comenzado a explorar el uso de inteligencia artificial (IA) para detectar más eficientemente los cargamentos de droga ocultos en los contenedores.
«La IA nos ayudará a identificar contenedores sospechosos, ya que millones de ellos se mueven por la región todos los días. Si no tenemos las herramientas adecuadas para procesar toda esa información, es muy difícil detectar los que están contaminados con narcóticos», explicó Rodríguez.
Un golpe al narcotráfico, pero con desafíos por delante
Aunque esta operación ha sido un éxito rotundo, las autoridades siguen enfrentando desafíos para erradicar el narcotráfico en la región. La incautación de 225 toneladas de cocaína representa un avance importante, pero la demanda de drogas continúa siendo alta en mercados globales como Estados Unidos, Europa y Australia. Los carteles siguen buscando formas de sortear las autoridades y seguir abasteciendo este lucrativo comercio.
La cooperación internacional, el uso de nuevas tecnologías y el fortalecimiento de las capacidades de inteligencia serán claves en la lucha contra el narcotráfico en los próximos años. A medida que los narcotraficantes se adaptan y evolucionan, las autoridades deberán seguir innovando para mantenerse un paso adelante en esta guerra silenciosa pero letal.
Con la reciente incautación y la revelación de una nueva ruta de tráfico, el mundo ha sido testigo de una victoria histórica contra el narcotráfico, pero la batalla continúa, y el camino hacia una solución definitiva parece aún lejano.
Crédito fotográfico: Handout photo via AFP