THE LATIN VOX (28 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La guerra híbrida emprendida por Rusia contra los países occidentales podría estar acercando a la OTAN a una decisión histórica: invocar su cláusula de defensa mutua, el artículo 5, según el jefe de la inteligencia exterior de Alemania. Bruno Kahl, director del Servicio de Inteligencia Exterior de Alemania (BND), advirtió que los actos de sabotaje de Moscú contra objetivos occidentales, que incluyen ciberataques y actos de terrorismo vinculados a Rusia, aumentan el riesgo de que la alianza militar considere tomar medidas drásticas.
Durante un evento del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores (DGAP) en Berlín, Kahl señaló que el uso extendido de medidas híbridas por parte de Rusia, como sabotajes encubiertos y ciberataques, eleva la probabilidad de que la OTAN se vea obligada a aplicar el artículo 5. Este artículo estipula que si uno de los miembros de la alianza es atacado, los demás deben asistirlo en su defensa.
Kahl advirtió que el aumento de las capacidades militares rusas también implica un riesgo mayor de confrontación directa con la OTAN, que podría convertirse en una opción para el Kremlin. «A medida que Rusia incrementa su potencial militar, la posibilidad de una confrontación directa con la OTAN se convierte en una opción viable para Moscú», destacó el jefe de inteligencia alemán.
La creciente amenaza de la guerra híbrida
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, Rusia ha intensificado sus tácticas de guerra híbrida, que incluyen desde ciberataques hasta sabotajes físicos. Estas acciones se han extendido por toda la región euroatlántica, afectando tanto a países de la OTAN como a estados neutrales.
El jefe de la inteligencia alemana subrayó que, aunque no hay indicios de una guerra abierta inminente, las actividades hostiles de Rusia aumentan la probabilidad de que se produzca un enfrentamiento militar en los próximos años. «Todavía no tenemos indicios de que Rusia tenga la intención de ir a la guerra, pero si tales sentimientos prevalecen en el gobierno de Moscú, el riesgo de confrontación militar crecerá en los próximos años», advirtió Kahl.
¿Un ataque directo a la OTAN?
Según las evaluaciones de inteligencia, la capacidad militar de Rusia podría estar en condiciones de atacar a la OTAN para finales de esta década. Kahl señaló que las tropas rusas, que actualmente están combatiendo en Ucrania, ya tienen experiencia de combate, lo que aumenta la amenaza proveniente de sus fuerzas convencionales, además de haber desarrollado una capacidad avanzada en el uso de drones en operaciones militares.
Sin embargo, el objetivo de un ataque de Rusia a uno o varios miembros de la OTAN no sería la conquista de grandes territorios, sino poner a prueba las «líneas rojas» establecidas por Occidente, con el fin de debilitar la unidad interna de la OTAN. «En la visión de Rusia, el objetivo sería lograr que el artículo 5 de la OTAN quede sin efecto en caso de un ataque ruso», explicó Kahl. La estrategia de Moscú, según el jefe de inteligencia, podría implicar el envío de pequeñas unidades de soldados, conocidas como «hombres verdes», a países como los estados bálticos, con el pretexto de proteger a las minorías rusas presuntamente amenazadas, o incluso la modificación de fronteras en territorios como el archipiélago noruego de Svalbard.
Un futuro incierto para la seguridad europea
La creciente capacidad de Rusia para llevar a cabo ataques de baja intensidad, que no necesariamente implican el envío de ejércitos completos, plantea un desafío para la OTAN. Kahl sugirió que las acciones de sabotaje y otros ataques a pequeña escala podrían ser suficientes para desestabilizar a los países de la alianza, poniendo a prueba su cohesión y su disposición para defenderse mutuamente en virtud del artículo 5.
El futuro de la seguridad europea y el papel de la OTAN en el contexto de las amenazas híbridas rusas es cada vez más incierto. A medida que Moscú sigue ampliando sus capacidades militares y tácticas híbridas, la OTAN y sus miembros deberán tomar decisiones cruciales sobre cómo responder a estos desafíos sin desencadenar una guerra a gran escala. El tiempo dirá si la alianza será capaz de mantener su unidad y defender la integridad de sus miembros frente a los crecientes riesgos planteados por Rusia.
Crédito fotográfico: REUTERS/Axel Schmidt/File Photo