THE LATIN VOX (2 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El gobierno de Quebec ha decidido suspender la mayoría de las solicitudes de adopción internacional en respuesta a preocupaciones sobre los derechos humanos y el tráfico de personas, sumándose así a una tendencia mundial que está replanteando esta práctica debido a los riesgos que implica.
La decisión, anunciada el 27 de noviembre, tiene como objetivo proteger a los niños de posibles abusos, como el secuestro y la venta de menores, y garantizar que las adopciones se realicen de manera ética y conforme a los derechos establecidos en las convenciones internacionales.
Una cultura en transformación
Anne-Marie Piché, profesora de trabajo social en la Université du Québec à Montréal, destacó en una entrevista a CBC que esta suspensión refleja un cambio de enfoque global en las adopciones internacionales.
A pesar de los acuerdos internacionales que establecen normas estrictas, existen países donde los procedimientos de adopción presentan vacíos significativos, lo que pone en peligro la integridad del proceso. «
En algunos casos, los niños no tienen información veraz sobre sus padres, las razones reales de su colocación o sus circunstancias de nacimiento», explicó Piché. Además, hay situaciones en las que las madres son coaccionadas a firmar documentos para entregar a sus hijos, o se falsifica información para obtener una adopción de forma rápida, a menudo con fines financieros.
La moratoria en Quebec forma parte de una revisión más amplia de los sistemas de adopción internacionales, en la que se buscan soluciones para prevenir prácticas ilegales y garantizar que los derechos de los niños estén protegidos.
El gobierno de Quebec manifestó que el sistema actual no ofrece las garantías necesarias de acuerdo con las convenciones de La Haya, que buscan proteger a los niños de adopciones ilegales, irregulares o mal gestionadas.
El riesgo del tráfico de niños y la falta de información transparente
Geneviève Poirier, directora general de adopciones internacionales del Ministerio de Salud de Quebec, explicó que la decisión se basa en la preocupación de que, en contextos de crisis como guerras o golpes de estado, las adopciones internacionales no puedan garantizar que los niños han sido desplazados de manera legítima, ni que se haya hecho un esfuerzo por encontrar a sus familias biológicas. «Cuando hay situaciones de inestabilidad en un país, las adopciones internacionales deben detenerse», señaló Poirier.
El gobierno de Quebec afirmó que esta medida busca reforzar la protección infantil y limitar las fallas en el proceso de adopción que pueden llevar a los niños a ingresar al sistema de bienestar infantil si las adopciones resultan en fracaso.
Según Piché, aunque esta moratoria reducirá las adopciones internacionales, en algunos casos, los niños permanecerán en orfanatos, y las familias que deseaban adoptar se verán afectadas emocionalmente por la medida. Sin embargo, considera que la adopción internacional debería ser una opción de último recurso, después de haber explorado alternativas dentro del país de origen, como la reunificación con familiares extendidos o el cuidado en la comunidad.
Un fenómeno global
La moratoria de Quebec se alinea con medidas similares adoptadas en otros países, como Francia, los Países Bajos y Dinamarca, que han comenzado a revisar o restringir las adopciones internacionales debido a las mismas preocupaciones sobre derechos humanos y tráfico de personas.
Países como China, que anteriormente enviaban niños al extranjero para adopciones, también han decidido restringir esta práctica. Además, una reciente investigación en Corea del Sur reveló que muchos de los 200,000 niños enviados a países occidentales en las últimas décadas descubrieron que sus papeles de adopción eran falsificados o incorrectos. En algunos casos, los niños fueron secuestrados de las calles o sistemáticamente clasificados como abandonados, a pesar de que la mayoría tenía familiares conocidos.
Derechos de los niños y el futuro de las adopciones internacionales
Piché subraya que la adopción internacional, incluso cuando se lleva a cabo con las mejores intenciones, puede vulnerar derechos fundamentales de los niños, como el derecho a conocer su identidad, su origen y la historia de su familia. «Incluso aquellos que están bien en su nueva familia, pueden sentir que les falta algo en términos de saber quiénes son realmente», reflexionó la profesora.
A pesar de la suspensión de nuevas adopciones, el gobierno de Quebec permitirá que aquellas ya en proceso continúen, al igual que las adopciones limitadas que se llevan a cabo sin la intermediación de agencias certificadas. La moratoria también ha sido implementada en otras provincias canadienses, que han suspendido adopciones provenientes de países como Georgia, Guatemala, Liberia, Nepal y Ucrania.
Un paso importante en la protección infantil
La suspensión de las adopciones internacionales por parte de Quebec es un reflejo de una creciente preocupación global por la protección infantil y los riesgos asociados con la adopción internacional mal gestionada. A medida que más países revisan sus políticas, queda claro que el bienestar de los niños debe ser la prioridad, garantizando que sus derechos sean respetados y que el proceso de adopción se lleve a cabo de manera transparente y ética.
En este contexto, Quebec está tomando un paso importante para proteger a los más vulnerables y promover una cultura de adopción más segura y respetuosa con los derechos humanos.
Crédito fotográfico: CBC News