THE LATIN VOX (7 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El panorama de la ayuda internacional a Ucrania podría cambiar drásticamente si Donald Trump regresa a la Casa Blanca. Diplomáticos europeos temen que, ante una posible reducción de la asistencia de Estados Unidos, la Unión Europea se vea obligada a duplicar su apoyo militar al país invadido por Rusia. Sin embargo, Ucrania sigue confiada en que, con la ayuda ya anunciada de Washington este año, podrá mantener su lucha hasta al menos 2025.
Desde el inicio de la invasión rusa en 2022, Europa ha proporcionado cerca de 46 mil millones de euros en ayuda militar a Ucrania, mientras que Estados Unidos ha destinado alrededor de 65 mil millones de euros. Estos fondos no solo cubren los equipos bélicos, sino también las crecientes necesidades económicas del país. En este contexto, la incertidumbre sobre el futuro político de Estados Unidos bajo un posible gobierno de Trump ha llevado a muchos a reconsiderar los planes a largo plazo.
El futuro incierto de la ayuda estadounidense
A pesar de las preocupaciones, el gobierno ucraniano asegura que, gracias a los fondos y suministros ya recibidos, tienen la capacidad de seguir combatiendo durante todo 2025. El ministro de Finanzas de Ucrania, Serhiy Marchenko, se mostró optimista sobre la capacidad financiera del país para sostener su esfuerzo bélico a largo plazo, aunque advirtió que el conflicto podría prolongarse mucho más allá de lo esperado. «Este no es el momento de vacilar, sino de aumentar el apoyo a Ucrania», declaró Marchenko, subrayando que la guerra es una «maratón», no una carrera corta.
Uno de los aspectos más preocupantes es la posible interrupción de la ayuda militar de Estados Unidos bajo la presidencia de Trump. Aunque el mandatario electo ha insinuado su intención de reducir el apoyo a Ucrania, el Congreso de EE. UU. aún no ha definido completamente su postura. De hecho, el gobierno de Biden ha acelerado la entrega de paquetes de ayuda antes de la toma de posesión de Trump en enero, pero el futuro sigue siendo incierto.
La apuesta por la producción nacional de armamento
Mientras tanto, la Unión Europea, y especialmente Josep Borrell, ex jefe de la diplomacia europea, ha recomendado un cambio radical en la estrategia ucraniana: fortalecer su capacidad de producción de armamento local. Borrell sugirió que Ucrania debería recibir fondos para desarrollar su propia industria de defensa, una opción más eficiente y económica que seguir comprando armas en Europa. «Los ingenieros ucranianos han demostrado una capacidad increíble para producir rápidamente lo que necesitan», afirmó Borrell en la cumbre Grand Continent en Italia.
Ucrania ya está planeando la producción de 30,000 drones de largo alcance y 3,000 misiles de crucero y misiles de drones para el próximo año. Sin embargo, la guerra electrónica de Rusia está dificultando el uso de ciertos equipos, ya que el 80% de los proyectiles guiados 155mm suministrados principalmente por EE. UU. son bloqueados por interferencias. Ante esta situación, Ucrania se ve obligada a recurrir a municiones más baratas y menos precisas.
El impacto de los drones y el desafío energético
Uno de los aspectos más destacados de la guerra moderna es el papel crucial de los drones. Ucrania ha experimentado un aumento exponencial en el uso de estos dispositivos, con un incremento en la cantidad de drones lanzados sobre el país, pasando de 300 por mes en junio a más de 3,000 en la actualidad. La demanda de estos dispositivos ha sido tan grande que el Ministerio de Defensa de Ucrania ha solicitado más drones, además de otros sistemas de armamento y tecnología de defensa.
La guerra también ha tenido un impacto en la economía de Ucrania, que sigue luchando contra las exportaciones de petróleo de Rusia. Aunque los precios del crudo han caído, Rusia sigue ganando alrededor de 20 mil millones de dólares al mes gracias a sus exportaciones de petróleo, lo que permite al Kremlin seguir financiando su maquinaria de guerra.
Un futuro incierto y los esfuerzos diplomáticos de Ucrania
En medio de esta incertidumbre, Ucrania sigue buscando maneras de asegurar su supervivencia en el largo plazo. La diplomacia europea se encuentra en una encrucijada, con países como Francia y el Reino Unido preparando planes alternativos en caso de que el conflicto llegue a un punto muerto. En particular, se están evaluando opciones como la creación de una «coalición de los voluntarios» fuera de la OTAN para garantizar la paz o actuar como una fuerza de mantenimiento de la paz si se llega a un alto el fuego entre Rusia y Ucrania, sin la devolución de los territorios ocupados por Moscú.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha propuesto una salida diplomática que podría implicar la finalización de la «fase caliente» de la guerra a cambio de la membresía de Ucrania en la OTAN para las regiones que no están bajo control ruso. Sin embargo, estas conversaciones aún están en etapas iniciales y enfrentan varios obstáculos, como las tensiones sobre el destino de los activos congelados de Rusia y la negativa de algunos aliados a entregar estos fondos a Ucrania.
Preparándose para lo peor
A medida que la guerra continúa, los funcionarios ucranianos han dejado claro que deben estar preparados para lo peor, tanto en términos de apoyo internacional como en la prolongación del conflicto. La pérdida de territorio, la fatiga de la población civil y la resistencia del ejército ucraniano siguen siendo desafíos significativos, pero la determinación del pueblo y gobierno ucraniano parece inquebrantable. «A pesar de todo, debemos pensar en una estrategia a largo plazo», insistió Marchenko, señalando que la victoria justa para Ucrania solo será posible si el apoyo internacional no flaquea.
Con la situación política en Europa y Estados Unidos en constante cambio, el futuro de la guerra en Ucrania y la ayuda internacional sigue siendo incierto. Sin embargo, mientras la guerra se extiende, los esfuerzos para garantizar la supervivencia de Ucrania y su integridad territorial continúan, con la esperanza de que los aliados internacionales sigan respaldando la lucha contra la agresión rusa.
Crédito fotográfico: AP Photo/Efrem Lukatsky, File