THE LATIN VOX (7 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Ghana, que alguna vez fue una de las potencias económicas más fuertes de África, enfrenta ahora una de las crisis económicas más profundas de su historia reciente. Con una inflación disparada, una moneda local debilitada y una creciente crisis del costo de la vida, millones de ghaneses acudirán a las urnas este sábado para elegir al próximo presidente del país, en unas elecciones marcadas por la incertidumbre y el pesimismo.
Doce candidatos se disputan la presidencia, pero las principales figuras son Mahamudu Bawumia, actual vicepresidente y candidato del partido gobernante New Patriotic Party (NPP), y el ex presidente John Mahama, del Partido Nacional Democrático (NDC). Junto a ellos, dos candidatos independientes, el exministro de Comercio Alan Kyerematen y el empresario Nana Bediako, también buscan captar votos, aunque sus posibilidades parecen limitadas.
Bawumia, de 61 años, exgobernador adjunto del Banco de Ghana, ha sido vicepresidente durante dos mandatos consecutivos bajo la presidencia de Nana Akufo-Addo, quien asumió el cargo en 2016 y fue reelegido en 2020. Mahama, de 66 años, presidente de 2012 a 2017, busca volver al poder y convertirse en el primer presidente de Ghana en servir dos mandatos no consecutivos.
El país atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia económica. Si bien el presidente saliente, Akufo-Addo, fue elogiado por su gestión de la pandemia de COVID-19 y por su política educativa gratuita para la secundaria, muchos consideran que ha fracasado en otros aspectos cruciales. Ghana, anteriormente conocida por su estabilidad económica y su crecimiento, se encuentra ahora sumida en una profunda crisis fiscal, con una deuda pública insostenible y precios elevados que afectan a amplias franjas de la población.
La crisis del costo de la vida ha empujado a uno de cada cinco ghaneses a la pobreza, mientras que proyectos presidenciales como la construcción de una catedral de 400 millones de dólares han generado una gran controversia.
La apatía electoral es palpable, especialmente entre los jóvenes de las grandes ciudades como Accra, donde muchos no creen que los dos principales partidos políticos puedan ofrecer soluciones reales. Mary Ofori, vendedora de comida en el mercado de Kantamanto en Accra, expresó su desconfianza: «Ambos partidos parecen no llevarnos en la dirección correcta».
Por su parte, Eva, vendedora de insecticidas, aunque reconoce la difícil situación económica, prefiere no culpar al gobierno, sino señalar que la crisis es parte de una tendencia global. Con una profunda fe religiosa, Eva asegura haber recibido una confirmación divina de que Bawumia ganará, y por ello votará por él.
El contexto electoral también se ve teñido por cuestiones religiosas y regionales. Ambos candidatos principales provienen del norte de Ghana, pero si Bawumia es elegido, se convertiría en el primer presidente musulmán del país, una nación predominantemente cristiana. Este hecho podría tener un gran peso simbólico en la política del país, que ha sido tradicionalmente marcada por una convivencia pacífica entre musulmanes y cristianos.
Las encuestas previas a la votación colocan a Mahama ligeramente por delante de Bawumia, aunque el NPP mantiene la confianza de que ganarán cómodamente. Haruna Mohammed, secretario general adjunto del NPP, argumenta que la ventaja de Bawumia radica en su experiencia y en la comparación con un Mahama que ya tuvo su oportunidad y fracasó en su mandato anterior. «Hemos hecho mucho por el pueblo de Ghana», afirma.
Este jueves, último día de campaña, ambos partidos celebraron masivos mitines en Accra. Bawumia, en su evento en el Parque Deportivo de la Universidad de Ghana, se presentó como la cara del futuro: «Mi oponente representa el pasado, yo represento el futuro de este país».
Mientras tanto, Mahama, en un mitin cercano en el parque de Madina, instó a los votantes a «desbloquear un futuro mejor» para Ghana. «Este es nuestro momento, el tiempo es ahora para traer el cambio que necesitamos para reiniciar Ghana», señaló.
El panorama electoral de Ghana se perfila como una encrucijada para el país: un futuro incierto entre la promesa de renovación y el lastre de un pasado económico y político que muchos consideran ha fallado a la mayoría de los ciudadanos.
Las elecciones del sábado no solo marcarán el rumbo económico del país, sino también el futuro de su democracia, mientras millones de ghaneses esperan un liderazgo que pueda restaurar la estabilidad y la prosperidad.
Crédito fotográfico: AP – Misper Apawu