THE LATIN VOX (13 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Kash Patel, el controvertido nominado por Donald Trump para ocupar el puesto de director del FBI, ha logrado asegurar un respaldo significativo en el Comité Judicial del Senado, lo que allana el camino para su confirmación. Esta maniobra se produce tras el anuncio del actual director del FBI, Christopher Wray, de que tiene la intención de dimitir cuando el presidente electo asuma el cargo en enero.
El equipo de Patel ha trabajado intensamente para asegurar la aprobación del comité, con la esperanza de que un informe unánime o casi unánime del Comité Judicial pueda dificultar que los senadores republicanos más escépticos se opongan a su nominación.
Según fuentes cercanas al proceso, la estrategia es que, si el comité emite un informe favorable, los senadores de línea más dura, como Mitch McConnell, Lisa Murkowski y Susan Collins, tendrán más dificultades para bloquear su nominación, aunque algunos de estos legisladores podrían presentar un desafío por su independencia y postura crítica frente a algunas decisiones de Trump.
Patel ha mantenido una serie de reuniones clave en el Capitolio en los últimos días, logrando el apoyo de figuras influyentes como el senador Chuck Grassley, quien presidirá el comité judicial. Según fuentes cercanas, Patel ha realizado 17 reuniones en una semana y ha tenido conversaciones con cada uno de los miembros del comité, lo que refuerza su posición dentro del Senado.
El respaldo de Grassley y otros senadores republicanos como John Cornyn y Thom Tillis, quienes ya han expresado su apoyo, ha sido crucial para cimentar su camino hacia la confirmación.
El senador Tillis, miembro del comité judicial, manifestó públicamente: «Kash Patel es una persona auténtica. El presidente Trump se comprometió a hacer cumplir nuestras leyes de manera equitativa y justa, y a restaurar la integridad del FBI. Espero con ansias apoyar su confirmación». Además, Cornyn ha restado importancia a las preocupaciones sobre los planes de Patel para el FBI, considerándolas como una exageración.
A pesar de su polarizadora visión sobre el FBI y su historial de confrontación con aquellos a quienes considera sus enemigos políticos, Patel ha encontrado un terreno fértil entre los republicanos, quienes ven en él una oportunidad para alinear la agencia con los intereses de la Casa Blanca.
En particular, su enfoque de reestructuración del FBI, que ha sido criticado por algunos como una maniobra política, ha generado un apoyo sólido en las filas republicanas, que parecen dispuestos a dejar de lado las controversias pasadas para apoyar la agenda del presidente electo.
Sin embargo, el camino hacia la confirmación no está exento de obstáculos. Patel ha sido uno de los nominados más polémicos del equipo de Trump, junto con otras figuras como Pete Hegseth, nominado para secretario de Defensa.
Hegseth ha sido objeto de escrutinio por denuncias de conducta sexual inapropiada y otros problemas personales. No obstante, la atención mediática centrada en Hegseth ha permitido a Patel avanzar sin demasiada oposición, ya que el Senado generalmente solo puede concentrarse en un nominado controversial a la vez.
El equipo de Patel ha sabido aprovechar este desvío de atención, manteniendo un perfil bajo y evitando la confrontación con los medios. A pesar de la carga polarizadora de su agenda, los republicanos han mostrado una creciente cautela a la hora de oponerse a las elecciones de Trump, temiendo represalias del ala más radical del partido.
Por otro lado, el nominado por Trump para la dirección de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, podría enfrentarse a un examen más exhaustivo debido a su apoyo a figuras controvertidas como el derrocado régimen de Bashar al-Assad en Siria. Asimismo, Robert F. Kennedy Jr., elegido para liderar el Departamento de Salud y Servicios Humanos, podría ser el centro de un circo mediático dada su tendencia a interactuar con los periodistas y su historia familiar.
A pesar de los desafíos, el equipo de Patel se mantiene confiado en que su nominación será aprobada, especialmente si logra superar las reservas de figuras clave como McConnell. A medida que se acerca el cambio de administración, todos los ojos están puestos en el Senado, que tendrá la última palabra sobre la confirmación de este hombre cuyo ascenso a la cabeza del FBI podría redefinir la relación entre la agencia y la Casa Blanca para los próximos años.
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