THE LATIN VOX (18 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Donald Trump ha desatado una furiosa campaña de ataques contra el juez de Nueva York Juan Merchan, luego de que este rechazara su solicitud de anular la condena relacionada con el caso de dinero silenciado, convirtiéndolo en el primer presidente o expresidente de Estados Unidos en ser condenado como delincuente.
En una publicación en su plataforma Truth Social, Trump no escatimó en calificativos y acusaciones infundadas contra el juez, a quien llamó «psicótico», «corrupto» y «radical partidista», tras la decisión que desbarató sus intentos de anular la condena por falsificación de registros comerciales.
El expresidente, quien asumirá nuevamente la Casa Blanca el próximo 20 de enero, calificó la decisión de Merchan como «completamente ilegal» y «psicótica». Trump acusó al juez de mostrar un «conflicto profundo, corrupción, parcialidad e incompetencia», señalando que su fallo desairó la decisión histórica de la Corte Suprema de los Estados Unidos sobre la inmunidad presidencial.
Según Trump, el fallo de Merchan “desprecia completamente a la Corte Suprema de los Estados Unidos y su histórica decisión sobre inmunidad”, y advirtió que, de permitirse, «sería el fin de la presidencia tal como la conocemos».
La condena de Trump, emitida el pasado mes de mayo por un jurado en Manhattan, se relaciona con pagos realizados durante la campaña presidencial de 2016 a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels, con el fin de comprar su silencio sobre un supuesto encuentro sexual que ella afirma haber tenido con Trump, pero que él ha negado rotundamente.
Aunque los delitos ocurrieron antes de que Trump fuera presidente, sus abogados se basaron en una reciente opinión de la Corte Suprema que otorgó una amplia inmunidad a los presidentes, argumentando que ciertos documentos y testimonios no debieron ser presentados en el juicio.
Sin embargo, en su fallo de 41 páginas, el juez Merchan desestimó los argumentos de los abogados de Trump. En su resolución, sostuvo que los actos de falsificación de registros comerciales no interferían con las funciones del poder ejecutivo y que el testimonio relacionado con la Casa Blanca era apenas una “pequeña parte” del caso, concluyendo que el resto de las pruebas en su contra eran abrumadoras. Merchan también enfatizó que cualquier error en la presentación de pruebas no alteraba la conclusión de culpabilidad.
Este no es el primer ataque de Trump contra el juez Merchan. Durante el juicio de mayo, Trump y sus seguidores solicitaron sin éxito que Merchan se recusara del caso, argumentando que el juez había realizado una contribución de 35 dólares a los demócratas en 2020, incluido un aporte de 15 dólares a la campaña presidencial de Joe Biden.
Además, señalaron que su hija, Loren Merchan, estaba vinculada a una empresa que trabajaba en publicidad digital y recaudación de fondos para clientes demócratas, incluido Biden y Adam Schiff, un congresista al que Trump calificó como un «enemigo interno» durante su campaña.
La relación entre Trump y Merchan ha sido tensa desde el inicio, y la reciente resolución solo ha avivado el enfrentamiento. Trump también se quejó de las órdenes de restricción impuestas por Merchan durante el juicio, que le prohibieron hablar públicamente sobre ciertos aspectos del caso.
«Merchan tiene tan poco respeto por la Constitución que está manteniendo una orden de censura ilegal contra mí, su presidente y presidente electo, solo para evitar que exponga los conflictos ilegales e incapacitantes de él y su familia», afirmó Trump en su publicación.
Con esta nueva escalada de ataques, Trump sigue desafiante, y la batalla legal que enfrenta se perfila como uno de los temas más conflictivos de su segundo mandato presidencial. Mientras tanto, Merchan mantiene firme su posición, considerando que su decisión está fundamentada en la ley y el respeto por la Constitución, un principio que sigue guiando su carrera judicial de más de 17 años.
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