THE LATIN VOX (19 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Human Rights Watch denuncia que el ataque israelí contra la infraestructura hídrica de Gaza constituye un crimen de lesa humanidad.
La organización Human Rights Watch (HRW) ha emitido una acusación grave contra Israel, señalando que las restricciones impuestas al suministro de agua en Gaza durante el conflicto en curso podrían considerarse un acto de genocidio. Según un informe reciente titulado Exterminio y Actos de Genocidio, HRW sostiene que las fuerzas israelíes han actuado deliberadamente para reducir la disponibilidad de agua potable en Gaza, lo que ha forzado a la población a recurrir a fuentes contaminadas, desencadenando una crisis sanitaria con enfermedades mortales, especialmente entre los niños.
El informe de 184 páginas se centra específicamente en los ataques israelíes contra la infraestructura de agua y saneamiento de Gaza durante los últimos 14 meses de conflicto. HRW acusa a Israel de usar el agua como un arma contra la población palestina, provocando una tragedia humanitaria que ya ha causado miles de muertes. El informe sostiene que la falta de acceso a agua potable ha llevado al brote de enfermedades mortales, como la diarrea acuosa aguda, con más de 670,000 casos registrados desde el inicio de la guerra, y un aumento en la mortalidad infantil debido a la destrucción de hospitales y clínicas.
Israel ha rechazado las acusaciones, calificándolas de “falsas y escandalosas”. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha defendido el derecho de su país a la autodefensa tras los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023, que resultaron en 1,200 muertos y unos 250 rehenes israelíes. Sin embargo, la acusación de genocidio persiste, con HRW señalando que las políticas del gobierno israelí han creado condiciones de vida tan precarias que amenazan con la destrucción física de la población palestina en Gaza, un acto que encaja con la definición de genocidio según la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Las pruebas presentadas por HRW son abrumadoras. Las imágenes satelitales muestran la destrucción deliberada de las plantas de tratamiento de aguas residuales y los depósitos de agua en Gaza. Además, el informe cita las declaraciones de ministros israelíes, como las del exministro de Defensa Yoav Gallant, quien en octubre de 2023 ordenó un «sitio total» de Gaza, que incluía el corte de suministro de agua, electricidad y combustible. Esta declaración, según HRW, demuestra la intención deliberada de usar la privación de agua como una estrategia militar.
El informe también destaca cómo la destrucción de la infraestructura de agua y saneamiento ha tenido consecuencias devastadoras para la salud pública. En particular, el acceso al agua potable en Gaza ya estaba comprometido antes de la guerra, con el 80% del suministro proveniente de un acuífero subterráneo contaminado. La mayoría del agua potable de Gaza provenía de tres tuberías controladas por Israel y de plantas desalinizadoras, las cuales fueron dañadas o cerradas al inicio del conflicto.
El informe de HRW llega poco después de un reporte similar de Amnistía Internacional, que también concluyó que las acciones de Israel en Gaza pueden ser calificadas como genocidio. De hecho, en 2024, la Corte Internacional de Justicia emitió órdenes provisionales instando a Israel a cesar su ofensiva y a tomar medidas inmediatas para prevenir el genocidio en Gaza, mientras se investiga si ya se está cometiendo este crimen.
A pesar de la magnitud de las acusaciones, la comunidad internacional se encuentra dividida en cuanto a la responsabilidad de Israel en este contexto. Mientras algunos gobiernos, como el de Estados Unidos, siguen respaldando el derecho de Israel a defenderse, organizaciones de derechos humanos y varios países han instado a una investigación más profunda sobre las violaciones de derechos humanos cometidas en Gaza.
La situación en Gaza es cada vez más desesperante, y el acceso al agua es solo uno de los muchos desafíos a los que se enfrenta la población palestina. La destrucción de infraestructuras esenciales como hospitales, escuelas y sistemas de saneamiento solo ha empeorado una crisis humanitaria que parece no tener fin. Con la comunidad internacional presionando por justicia, queda por ver si las autoridades israelíes serán llamadas a rendir cuentas por lo que muchos consideran un acto de genocidio y exterminio.
Este informe pone en evidencia la necesidad urgente de una acción internacional coordinada para detener la violencia y garantizar el acceso a los derechos humanos fundamentales de la población de Gaza, en particular el derecho al agua, un recurso vital que sigue siendo un arma en este devastador conflicto.
Crédito fotográfico: Bashar Taleb/AFP/Getty Images