THE LATIN VOX (20 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
En los últimos años, un cambio significativo está ocurriendo en Australia, donde una creciente proporción de jóvenes se identifica abiertamente como LGBTQ+. Un nuevo informe de la Oficina Australiana de Estadísticas (ABS) revela que casi uno de cada diez australianos de entre 16 y 24 años se identifica como parte de la comunidad LGBTQ+, lo que marca un aumento notable con respecto a generaciones anteriores. Según los datos, solo el 2.9% de los australianos de entre 45 y 54 años se identifica de esta manera, y solo el 1.4% de las personas mayores de 75 años.
Damien Nguyen, un activista de 22 años que se identifica con los pronombres “he/they” (él/ellos), forma parte de este movimiento. Como miembro de la junta directiva del Mardi Gras y de la organización activista Pride in Protest, Nguyen afirma que el proceso de salir del armario es gradual, pero que en su caso ha sido una experiencia de tres a cuatro años.
“Creo que finalmente estamos viendo una verdadera reflexión de la sociedad, porque la gente se siente cómoda expresando quiénes son”, dice Nguyen, señalando que el cambio generacional ha sido impulsado por un entorno de mayor seguridad y aceptación para las personas LGBTQ+.
Adrian Murdoch, gerente general de desarrollo de marca y negocios en Minus18, una organización australiana de apoyo a jóvenes LGBTQ+, afirma que no es que haya «de repente más personas LGBTQ+», sino que simplemente la sociedad ahora es más abierta, lo que ha permitido a muchos jóvenes expresar abiertamente su identidad.
Compara este fenómeno con el cambio en la aceptación de las personas zurdas, que durante décadas fueron objeto de estigmatización, pero que hoy en día son plenamente aceptadas. Murdoch señala que este cambio refleja un proceso de afirmación personal que va más allá de los datos de un censo: «Es un viaje que muchas personas todavía están viviendo», explica.
Para muchas personas de generaciones anteriores, como Shayne Wilde, activista lesbiana de 67 años, el cambio es aún más notable. Wilde recuerda un tiempo en que las personas homosexuales eran sometidas a terapias de electroshock, y los homosexuales que salían del armario podían perder su trabajo, su familia y sus amigos.
«Cuando tenía 26 años, era homosexual, y en mi familia trabajadora, esas cosas no se discutían», recuerda. Ahora, como ella misma dice, los jóvenes pueden formar sus propias familias y vivir abiertamente, tal como lo harían sus hermanos y hermanas.
A pesar de los avances, la directora ejecutiva de Equality Australia, Anna Brown, señala que aún queda mucho por hacer. Aunque las estadísticas reflejan el progreso de Australia, las personas LGBTQ+ siguen enfrentando desafíos significativos.
En algunas partes del país, como Australia Occidental, Tasmania y el Territorio del Norte, las prácticas de «terapia de conversión» siguen siendo legales, y las personas nacidas con variaciones en sus características sexuales pueden someterse a procedimientos médicos sin su consentimiento. Brown subraya que la comunidad LGBTQ+ sigue enfrentando desventajas, discriminación y estigmatización, y que todos los australianos merecen protecciones legales iguales.
Para Nguyen, aunque ser un activista orgulloso no ha sido fácil, la visibilidad de la comunidad LGBTQ+ en Australia hace que sea más sencillo salir del armario y luchar por los derechos de los demás. “Cuando estás en una comunidad marginada, hay un sentimiento de que merecemos algo mejor. Y eso está presente”, afirma.
Este cambio generacional en la identificación de los jóvenes como LGBTQ+ refleja no solo un cambio en las actitudes sociales, sino también el coraje y la resiliencia de una comunidad que sigue luchando por la igualdad y la aceptación. A pesar de los avances, la lucha continúa, y la comunidad LGBTQ+ en Australia sigue siendo una voz crucial en la construcción de una sociedad más inclusiva y justa.
Crédito fotográfico: The Conversation