THE LATIN VOX (21 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En los últimos días, las autoridades sanitarias de Victoria, Australia, han emitido una alarma por el aumento de casos de úlcera de Buruli, una infección causada por una bacteria devoradora de carne, que se está propagando por varios suburbios de Melbourne. Esta enfermedad, conocida en el país desde la década de 1940, ha sido tradicionalmente más común en áreas costeras, pero las recientes estadísticas muestran una expansión geográfica preocupante.
El suburbio de Ascot Vale, en el norte de Melbourne, ha sido identificado como un punto caliente de los nuevos casos, lo que ha llevado al jefe de salud de Victoria, el profesor Ben Cowie, a advertir sobre los riesgos de infección.
Según Cowie, el aumento de casos no está restringido a áreas específicas, y la enfermedad se está extendiendo más allá de las localidades costeras. A fecha del 17 de diciembre de 2024, se han notificado 344 casos, una cifra que sigue siendo alta comparada con los años anteriores, cuando los números fueron de 362 en 2023, 338 en 2022, 286 en 2021, y 217 en 2020.
La úlcera de Buruli, que en sus primeras etapas puede parecer una picadura de insecto, se caracteriza por la aparición de un bulto o herida indolora en la piel. Con el tiempo, esta lesión se convierte en una úlcera destructiva que puede causar la pérdida de tejido cutáneo y, en casos graves, requiere tratamientos intensivos. Aunque cualquier persona puede contraer la enfermedad, los adultos mayores de 60 años son los más afectados, según los datos de salud.
El periodo de incubación de la úlcera de Buruli puede variar entre cuatro semanas y nueve meses, y la lesión suele desarrollarse en las áreas expuestas del cuerpo, como las extremidades. Las autoridades sanitarias recomiendan el uso de repelentes personales contra insectos, así como la cobertura de la piel con ropa ligera y de colores claros, especialmente durante los horarios en que los mosquitos son más activos. Además, se aconseja evitar las zonas propensas a estos insectos, como los humedales y las áreas cercanas al agua.
Las investigaciones recientes también han vinculado a los zarigüeyas, un marsupial común en la región, como posibles portadores de la bacteria que causa la infección. Se ha descubierto que estos animales desarrollan úlceras provocadas por el mismo microorganismo y, de acuerdo con los estudios, los mosquitos jugarían un papel crucial en la transmisión de la bacteria a los humanos. Aunque los casos fuera de Victoria han sido pocos, en lugares como Batemans Bay, en Nueva Gales del Sur, se ha identificado la bacteria como endémica, lo que aumenta las preocupaciones sobre su propagación.
El aumento de casos en zonas urbanas, como Ascot Vale, ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias, que están redoblando esfuerzos para contener la propagación de la bacteria. La intervención temprana, como el tratamiento oportuno de las lesiones, es crucial para evitar daños más severos en la piel y reducir la necesidad de tratamientos quirúrgicos.
El brote de úlcera de Buruli resalta un problema creciente en Victoria y otras partes de Australia, donde las enfermedades transmitidas por insectos parecen estar tomando un nuevo rumbo. La combinación de cambios climáticos, expansión urbana y la creciente resistencia a los tratamientos podría significar que la bacteria carnívora se convierta en un problema más generalizado en los próximos años.
Las autoridades locales instan a la población a mantenerse informada y a tomar precauciones preventivas, ya que el riesgo de infección sigue siendo elevado. La comunidad, tanto en Melbourne como en otras partes de Victoria, deberá estar atenta a los síntomas de esta peligrosa enfermedad y actuar rápidamente ante cualquier señal de infección.
Crédito fotográfico: ABC News