THE LATIN VOX (21 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La política canadiense se encuentra sumida en una creciente incertidumbre, marcada por la intensificación de las tensiones entre el gobierno liberal de Justin Trudeau y la oposición. A medida que el líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, pide que se convoque a la Cámara de los Comunes, el líder del Nuevo Partido Democrático (NDP), Jagmeet Singh, ha prometido presentar una moción de no confianza para derrocar al gobierno liberal, que atraviesa una de sus crisis más profundas.
En una carta abierta publicada el viernes, Singh no dejó dudas sobre su postura: «Los liberales no merecen otra oportunidad», aseguró, añadiendo que su partido votaría para hacer caer al gobierno. La carta llega en un momento delicado para Trudeau, luego de la sorpresiva dimisión de su vicepresidenta Chrystia Freeland, quien dejó el gabinete el lunes tras desacuerdos con el primer ministro.
Esta salida ha puesto al gobierno de Trudeau bajo el microscopio, no solo por su incapacidad para manejar la situación interna, sino también debido a las crecientes amenazas externas, como los aranceles impuestos por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
La crisis política se ha intensificado aún más con el liderazgo dividido dentro del Partido Liberal. Singh, en su misiva, expresó su intención de escribir a la Gobernadora General, Mary Simon, para exigir que se convoque con urgencia al Parlamento para realizar una votación de no confianza.
Sin embargo, la autoridad de la Gobernadora General para convocar la Cámara de los Comunes está limitada por las reglas parlamentarias, las cuales estipulan que es el Presidente de la Cámara quien tiene la facultad de convocar a los diputados cuando la Cámara está en receso, como ocurre actualmente.
Por otro lado, Poilievre no ha tardado en señalar que la falta de acción por parte de los liberales para enfrentar las crisis internas y externas pone en peligro al país. En respuesta a la postura de Singh, el líder conservador argumentó que el gobierno liberal debería haber caído mucho antes, al cuestionar por qué Singh no apoyó una moción similar presentada por los conservadores hace apenas once días, que utilizaba las mismas críticas que Singh había hecho contra el gobierno de Trudeau.
«Si hubieras votado de manera diferente, estaríamos casi a mitad de camino de un proceso electoral», comentó Poilievre, destacando la falta de acción de los opositores cuando tenían la oportunidad.
El clima político en Ottawa se ha vuelto aún más explosivo debido al creciente malestar dentro de las filas liberales. El llamado a la renuncia de Trudeau ha cobrado fuerza, especialmente después de la renuncia de Freeland, considerada una de las figuras más influyentes del gobierno.
El viernes, el miembro de la Cámara de los Comunes por Toronto, Rob Oliphant, se unió a los más de una docena de diputados liberales que han pedido públicamente que Trudeau dé un paso al costado para dar lugar a un nuevo liderazgo. «La gente ha dejado de escuchar a nuestro partido, y quiero que escuchen nuevamente, tal vez con una nueva voz fresca y un nuevo rostro», afirmó Oliphant, quien expresó su decisión de hablar después de conversar con miembros de su asociación local.
Mientras tanto, el líder del Bloc Québécois, Yves-François Blanchet, también ha presionado por un voto de confianza inmediato, subrayando que es necesario activar un proceso electoral en el primer trimestre de 2025 para que Canadá pueda avanzar. «No hay ningún escenario en el que el gobierno liberal de Justin Trudeau… sobreviva a presupuestos, discursos del trono o días de oposición», escribió en un mensaje en redes sociales.
Con todos los partidos de oposición pidiendo la caída del gobierno, se prevé que los liberales pierdan la próxima votación de confianza, lo que abriría el camino a un posible cambio de gobierno o elecciones anticipadas. En este contexto, Poilievre insistió en que la Cámara de los Comunes no debería esperar hasta su regreso en enero para tomar una decisión. Según él, el país no puede permitirse más vacilaciones.
Este escenario plantea serias interrogantes sobre el futuro político de Justin Trudeau y el Partido Liberal, cuyas decisiones y divisiones internas están siendo fuertemente cuestionadas. La combinación de crisis económicas, tensiones internacionales y luchas internas podría acelerar un proceso de cambio político que podría marcar el fin de la era liberal en el poder. Sin embargo, el resultado de este juego político aún está por definirse, y tanto los conservadores como los demócratas del NDP se preparan para un 2025 en el que, posiblemente, el futuro de Trudeau en el liderazgo estará en juego.
Crédito fotográfico: Global News