THE LATIN VOX (24 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El famoso magnate de la música Sean «Diddy» Combs, que actualmente enfrenta más de 30 demandas civiles y cargos federales por conspiración en crimen organizado, ha sido demandado por un exasistente personal, Phillip Pines, quien lo acusa de obligarlo a limpiar después de las controvertidas fiestas denominadas “Wild King Nights” organizadas por Combs.
En una demanda presentada el lunes en Los Ángeles, los abogados de Pines detallan una serie de acusaciones que incluyen abusos de poder, manipulación y explotación sexual. Pines, quien ocupaba el cargo de asistente ejecutivo senior, afirma que entre diciembre de 2019 y diciembre de 2021 fue presionado por Combs para participar en fiestas de sexo, drogas y alcohol, y que en varias ocasiones se le pidió que tuviera relaciones sexuales con mujeres a las que el mogul de la música había invitado.
El demandante también detalla eventos alarmantes, como el hecho de que Combs presuntamente expuso a un invitado famoso al Covid-19 en su fiesta de cumpleaños número 51, además de un incidente perturbador en el que se alega que Combs presionó a Pines para que participara en una relación sexual con una invitada. Además, Pines asegura haber sido testigo de una agresión física por parte de Combs hacia un invitado en Miami.
Entre las tareas asignadas a Pines, se encuentran la organización de los preparativos para estas fiestas, que incluían desde luces rojas, hielo, alcohol y marihuana, hasta parafernalia sexual como «honey packs» para la libido masculina y máquinas sexuales. Además, Pines asegura que una de sus principales responsabilidades consistía en limpiar después de las fiestas, lo que implicaba eliminar pruebas de drogas, manchas corporales y borrar videos comprometedores de los dispositivos de Combs.
La demanda también revela que Combs probaba la lealtad de Pines pidiéndole que volviera al trabajo para buscar objetos personales como el control remoto de la televisión, y que las tareas de limpieza de las fiestas fueron asignadas para evitar costos adicionales por la limpieza en los hoteles.
Combs, arrestado en septiembre bajo cargos de crimen organizado y trata de personas con fines sexuales, permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn, Nueva York, después de haber sido denegado en tres audiencias de fianza.
En su más reciente audiencia en noviembre, el juez Arun Subramanian destacó pruebas que evidencian el riesgo que representa Combs para interferir en los testimonios de testigos y su intento de ocultar comunicaciones ilegales mientras estaba en prisión. “Existen pruebas contundentes sobre la propensidad de Combs a la violencia”, escribió el juez en un dictamen de cinco páginas.
A pesar de las múltiples demandas en su contra, los representantes de Combs negaron rotundamente las acusaciones de abuso sexual y trata de personas, afirmando que el magnate nunca ha agredido sexualmente a nadie, independientemente de su género o edad. “Vivimos en un mundo donde cualquiera puede presentar una demanda por cualquier motivo. Afortunadamente, existe un proceso judicial justo e imparcial para encontrar la verdad, y el Sr. Combs confía en que prevalecerá en el tribunal”, aseguraron a Variety.
Mientras las investigaciones continúan y las demandas siguen acumulándose, el caso de Sean «Diddy» Combs se perfila como un ejemplo más de las complejas y polémicas luchas legales que enfrentan figuras públicas poderosas en el mundo del entretenimiento. El desenlace de estas acusaciones podría tener implicaciones significativas para su carrera y reputación.
Crédito fotográfico: Shareif Ziyadat/Getty